Nací dentro de un baúl de recuerdos
mi madre solía abrirlo en noches frías
y cuando estaba sofocado por la humedad reinante
abría mis alas y salía a la vida.
Crecí como crecen las flores otoñales,
esforzándome por no morir
Irguiéndome con la fuerza de un caballo,
y, finalmente, soportando el sudor y las lágrimas.
Estoy como un alma en pena, sin destino,
marchitándome.
Las nubes rondan mi cabeza en noches frías de abril.
Moriré como todos muere
nada especial, la carne es carne,
la muerte es muerte, es muerte.
Y encontrando las raíces de mi flor,
cavando profundo en mi destino,
desterrando viejas heridas,
podré finalmente salir,
y cambiar esta vieja historia.
Cuando un ser corroe tu alma, déjalo pasar, vívelo, y, simplemente, hazte anticorrosivo.
|