El tiempo pasa sin cesar, un remolino de emociones trabajan dentro de mi alma, la oscuridad del día emerge, no me interesa, no puedo sino esperar la ansiada hora, la misma de todos los días, mi rutina no es tradicional, espero pacientemente la oscuridad: oh oscuridad que llegas en un momento y me empapas con tus pretensiones y tu sed de aventuras, oh claridad de la noche por fin me llenas con tus agradables y tentadores olores, oh alegria de vivir, por las calles oscuras pero tan claras de la ciudad.
11:50pm, solo puedo esperar esto, es apoteósico, mi corazón palpita cada vez mas rápido, y mis pretensiones de aventura traspasa la resistencia de mi alma, que aún sumisa se niega a opinar sobre mis terribles pero, deliciosos regalos nocturnos, claro esta que los regalos los preparo yo, y solo para mi, la noche es una fiesta, no puedo sino esperar la primera señal, para empezar a desarrollar los mas ínfimos pronunciamientos de mi maldad. Es tarde me pongo mi antifaz, agarro el arma contundente, déjenme pensar: ayer utilicé una piedra, anteayer utilice un palo con un clavo...,espera! alguien viene, es un hombre de sombrero de talla considerable y de aspecto senecto, pienso un rato y actúo, “No disfrutaría totalmente este momento ya que me da espalda, la emoción más grande radica en percibir el miedo del otro en sus ojos y que se consuma en las pupilas de su verdugo”, que mas dá, debo aprovechar este instante, saco mi cuchillo, paso lento, paso lento, rápido, rápido, rápido, impulso de mano armada, puñalada mortal, creo que aseste un golpe de maestro, si fuera torero me hubieran dado 3 orejas!, el golpe asesino fue entre el cráneo y las vértebras, Qué júbilo!, momento, la víctima aún se mueve, observaré su expresión facial...,¡Esto es un error!, hace 15 años no te veía padre, no puede ser: soy un asesino.
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