Rompía a golpes violentos la capa de pintura carcomida y seca y pensaba que eso era mi corazón. Veo cómo mis sueños, mis fantasías, mi amor, quedaban postergados como trozos en el suelo, esperando que alguien los recoja y los vuelva a poner en su sitio.
Mientras más pienso, creo que me doy cuenta de que no sirvo para amar, que soy un andrajo y la vida que se me presenta está sólo hecha de poesía, sufrimientos e ideas. Falta algo, falta amar.
Estoy muriendo día a día, poco a poco. Mis sentimientos se acaban. La persona esperada nunca llega, muero, muero, muero, muero. Me mato yo mismo y quiero escapar de mí. No Kart, no me suicidaré como tú, aunque tienes razón. Preferible morir luego y acabar el sufrimiento que morir día a día, noche a noche, pensamiento tras pensamiento.
Para mí todo es profundo, cargado de filosofía, pero las circunstancias me hacen ver todo u obligarme a plantearme el mundo superficialmente. No, no sirvo para esta vida. No soy un ser superficial.
Sueño con ese día de amaneceres limpios, tardes amarillas y blancas y noches estrelladas. Sueño con la perfección. M.O.M.O.M.O.M.O., soy una mierda, no sirvo para lo que más ansío. ¿Qué es lo que me hace equivocarme?
Sólo de una cosa estoy seguro, y es de que estoy loco. Soy el ser más cuerdo con la locura arraigada más profundamente sobre esta tierra. Invito a cualquiera a desafiarme en mi locura.
Mejor voy a cerrar la puerta, pero no tras de mí, sino que voy a cerrarla con llave frente a mí, no viviré para nadie, sólo para nadie, sólo para mí. Tal vez esa sea la única forma de no sufrir y de no aproblemarme. Soy cobarde, ¿y qué?, ¿quién no lo ha sido en momentos parecidos?. Y digo parecidos, porque dudo que alguien sienta o haya sentido la impotencia que en estos momentos siento.
Sinceramente
Quiero Morirme
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