como ya no estoy
caminando al lado de tus pasos
te puedes quedar con mis zapatos
para gastar las huellas que les quedan…

como acá no venden cuerdas
la guitarra
siempre quiere que la toquen
se parece mucho a mí
es para quien tenga paciencia…

el pueblo siempre reclama
la pobreza
se puede apropiar de mis sueños
como cuentos
que iluminen el camino hasta el cielo

mis libros
los pueden cambiar por botellas
llenas de vino tinto
para vaciarlas reunidos
junto al fuego…

espero que mis ojos se regalen
a alguien que le sirvan más que a mí
me da pena que los coman los gusanos…

mis lágrimas son para cualquier mendigo
que necesite reservas, talvez le sirvan
para conseguir un poco más de pan…

mi vida no la puedo regalar
nunca me perteneció
si hay interesados el conducto
regular es la oficina
de asuntos universales
creo que la atiende un tal Dios…

mi dignidad me la llevo a la tumba
y ¡ni cagando! la heredo
porque lo que se da no se quita
y ¿qué sería ser sin dignidad?