Benditas mariposas que revolotean una vez más en mi estómago de forma erronéa.
Que hacer para sacarte de mi cabeza!
Cada vez que pronuncias con esos labios la infinita gracia de tu confusión, dejas a mis alados sentimientos fuera de control.

He dejado a mi cabeza cansada de tanto pensar, y lo único que quiero es exiliarte de mi definitivamente.
Tomé una decisión y espero esta vez poder ser consecuente con lo que la vida me enseñó de ti.
Mis ganas me mostrarte lo impetuoso de mi corazón, crecen con más fuerza cada vez.
Quiero llevarte lejos de aquí, repentina y pasionalmente, a la orilla del océano, donde respirar no será dificultoso.
Donde podemos decir cuanta barbaridad emocional se nos ocurra, y así al fin desatar las amarras que
apretan desgarradoramente nuestra ilusión.

Te quiero demasiado para dejar esto en nada. Fuiste y eres el agua que puede saciar la sed que siento al pensarte, es por eso que no deseo abandonar el juego, hasta mover la pieza correcta y terminar esto en un glorioso y tranquilizador triunfo para mi.