Naufragando en un mar de sangre humana, y cuerpos flotantes, es la flaqueza de mi débil voluntad quien me incita al suicido. Me resisto, me opongo. Jamás cederé a los fantasmas del pasado, ni por completo me entregaré a la muerte. Jamás.
Texto agregado el 15-03-2006, y leído por 103 visitantes. (3 votos)