Una dulzura es amarte,
una esperanza en tu mirar,
mis días se llenan de fuego,
al soñar que estás aquí, sin cesar.

Tocarte y morir en tu regazo,
sentir que el mundo se hace pedazos,
vestidos de nuestra misma piel,
perdidos en un amanecer.

Envueltos en copos de algodón,
tu latir se vuelve mi canción,
un sueño es besarte, oh, tierno ser,
eres mi vida, mi eterno poder.

Un cielo que nunca deja de arder,
en tus brazos quiero naufragar,
mi dulce amor, mi razón de ser,
de tu luz, jamás quiero escapar.

Ángel de luz, guía mi corazón,
tu alma es mi única dirección,
en este viaje de amor sincero,
contigo, mi vida es un sendero.

Así, tejemos nuestra ilusión,
navegantes de una misma canción,
en cada latido, en cada amanecer,
siento que tu amor me vuelve a renacer.

NTG