TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / SUAVE / UN CORAZÓN

[C:188506]

Miré hacia todos lados y él ya no estaba.

Se había pasado toda la tarde mirádome por la cristalera que nos separaba, era esa mirada penetrante que imposible no mirar siquiera de reojo aquella silueta elegante.
Paseaba constantemente por la sala, pasos ágiles como si esperara de un momento a otro alguna que otra mala o buena noticia, sus pasos se hacían rutinarios, cuándo llegaba al final de la sala, golpeaba con la puntera de su zapato la pared que tenía frente él, daba media vuelta y continuaba su paseo hasta la otra parte de la sala.
AL pasar por el centro de esa cristalera que nos separaba, por un momento se quedaba parado, miraba fijamente a mis ojos y su mirada penetraba por todos mis sentidos.

Mis nervios ya no aguantaban más, incliné la cabeza y decidí no volver a mirar esos ojos negros, penetrantes, pero de pronto se puso frente ami y con las manos en ese cristal me hizo una señal y yo me levanté de la silla en la que estaba sentada, me acerqué y puse las palmas de mis manos junto a las suyas, por un momento sentí el tacto de su piel a traves del cristal, era una piel suave y fuerte a la vez. Él me sonrió y yo quité mis manos automáticamente del cristal, me sente en la silla de la que hacía un momento me había levantado y él se fue a un rincón de la sala.

Se sentó en el suelo y así se quedó dormido.

Me levanté de nuevo y miré a traves del cristal, no veía ninguna puerta de entrada a la sala, en el techo tan solo había una rejilla de aíre y un mosquito que volaba a su alrededor como si buscara la salida.

Entró la enfermera en la sala y me comunicó que ya estaba todo dispuesto, ordené mis cosas y salí de allí. El médico me comunicó que las radiografías serían por la tarde.

Volví a la sala con esa inquietud y a la vez curiosidad por verle y cuando llegué de nuevo a la silla que me esperaba en la soledad en que yo la había dejado, miré tras los cristales y él ya no estaba.

Ahora estoy en éste cuarto de soledad con un corazón nuevo que me late agilmente, deseo dar paseos por este sala de cristales pero mis piernas
aún no me hacen caso y a él lo echo mucho de menos, sus manos me dieron tranquilidad pero esa mirada penetrante de ojos negros no me deja dormir.

Texto agregado el 14-03-2006, y leído por 332 visitantes. (3 votos)


Lectores Opinan
26-03-2006 Palabras simples sencillas, un relato construido con imágenes enternecedoras, un manojo de * bienvenida. cafayate
20-03-2006 El deseo no respeta situaciónes ni lugares por extraños que nos parezca. Me ha gustado mucho tu relato. leante
16-03-2006 ¡Vaya! Què autoelogios... En fin. faeton
15-03-2006 Una situación al límite la que relatas. "el no querer querer mirar esos ojos negros" y al final "esos ojos negros que no me dejan dormir". Un relato que dá que pensar. Bienvenida a loscuentos ***** -tempestad-
15-03-2006 Una situación al límite la que relatas. "el no querer querer mirar esos ojos negros" y al final "esos ojos negros que no me dejan dormir". Un relato que dá que pensar. Bienvenida a loscuentos ***** -tempestad-
Ver todos los comentarios...
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]