¡Destrozaré mis venas si quieres probar mi sangre!
Porque vampiro te clamas, al verme con tus ojos postreros,
seductores y alejados en la bruma de un desierto inquebrantable
de sollozos, tristezas y sonrisas entrecortadas.
¡Alzad la copa y bebed mi sangre!
Que el pan lo te lo dé el suelo al que pisas y escupes
de mala gana,
porque bien sirve de riego al árido suelo
cuando estás conmigo mi amigo;
mi compañero de viaje.
Texto agregado el 13-03-2006, y leído por 154
visitantes. (5 votos)
Lectores Opinan
23-02-2008
Qué emotivo!!!! así es la amistad, entrega pura y desinteresada.... un abrazo***** jackievidela
06-04-2006
somos paseantes por esta vida...
ciudadanos de ninguna parte.
transeunte
16-03-2006
muy bueno *s p_zero
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