No existe el infinito de cantidades, todo aquello cuantificable es finito. Pero se podría hablar de infinito cuando hablamos de espacio, sabemos que las galaxias se separan, pero, más allá del Universo hay un espacio al que llamamos infinito en el cual el Universo se desarrolla. Pero ese espacio infinito no es un número interminable. En relación a ese infinito, al infinito, una galaxia y un milímetro ocupan el mismo espacio. En relación al infinito, la velocidad más acelerada que podamos imaginar es igual a la más espeluznante lentitud, porque en el infinito no hay distancia, la distancia sólo existe entre objetos cuantificables. Lo que quiero decir es que en el infinito no existe magnitud. Ahora bien, alguien podría decir que no es cierto que en relación al infinito una galaxia sea igual a un objeto que ocupe un milímetro, sólo puedo responder que en relación al infinito ambas ocupan el mismo espacio, pero que en relación una de otra no es así, hay una diferencia, pero esa diferencia solo es notable y posible entre objetos finitos, no en relación al infinito. Entre los objetos cuantificables sí hay diferencias de tamaños y velocidades, si hay magnitud, pero en relación al infinito no hay diferencia. La esencia del infinito no es por tanto una magnitud, en él las magnitudes no son válidas (es decir: no estamos hablando de una magnitud inimaginable), ni siquera existen las distancias.
Lo mismo ocurre con el tiempo, pero el tiempo sólo existe mientras algo ocurre en él, sin ocurrencia de algo en él tampoco en hay magnitudes.
Todo lo demás es cuantificable y por tanto finito.
El Universo entero puede tener el tamaño de un átomo y da lo mismo, lo mismo que si dura una larga eternidad o sólo una fracción de tiempo, es lo mismo, incluso una sola fracción de segundo, en el tiempo es lo mismo. Pero no es lo mismo para los seres que habitamos esta complejidad porque solo en lo finito las cosas son comparables y poseen magnitudes por la posible comparación unas de otras.
Lo que no existen son las magnitudes infinitas.
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Pascal nos habla de lo infinito de lo pequeño y su ejemplo es claro: Si dividimos una distancia constantemente por su mitad (la mitad por la mitad constantemente), nunca llegaremos a cero. Podemos imaginar que eso es cierto; aún a sabiendas que toda distancia es finita, porque toda distancia se da entre objetos, puntos, o cualquier otra cosa, el número de divisiones que podemos hacerle es infinito, es decir, podemos no dejar nunca de dividirlo, en un milímetro caben más que múltiplos trillones de trillones de espacios ínfimos divisibles a su vez; teóricamente sí, pero en la práctica alcanzaríamos una dimensión de pura energía, alcanzaríamos los átomos y las distancias que los separa: ingresaríamos a un nuevo sistema solar, entraríamos en un proceso que constantemente se repetiría y todo volvería a ser exactamente igual (podemos imaginarlo si imaginamos que nuestra percepción se mueven igualmente que los grados de la división en donde toda mitad posee la misma magnitud perceptual que la distancia dividida y entonces no tenemos conciencia de la disminución), en lo cual, el único gesto permanente sería el acto mismo de dividir, lo minúsculo adquiriría la dimensión de lo inconmensurablemente extenso una y otra vez y lo único constante sería el acto mismo de vividir, es decir: se anularían de una vez y para siempre las distancias y, al igual que lo que ocurre en el Universo, lo único que puede tener validez en él es el gesto: la energía. Es decir: es el gesto lo que crea la materia… y la materia así formada es lo que consigue percibir al gesto (lo que se mantiene constante, igual, en la constante reducción) en medio de la nada ganando así un espacio por primera vez (aparecería una nueva dimensión espacial), en base a una única constancia. El mismísimo y exactamente igual Universo.
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¿A qué le caben más divisiones posibles, a un milímetro o a un kilómetro? Hay que entender que en relación al infinito todo se vuelve lo mismo y las magnitudes se anulan. No hay diferencia entonces, en relación al infinito entre un milímetro y mil kilómetros, por lo tanto todo se vuelve percepción o un movimiento de percepción y llegamos a entender que cada cosa puede poseer mil intensidades y que por tanto todo contiene energía y que toda la variedad de cosas que contienen energía es finita y que lo finito crece en la contemplación de su propia naturaleza infinita, y lo que ocurre (la cotidianidad), por la existencia de la conciencia de los demás y por la existencia de la conciencia de los mismos.
Por tanto Dios es lo infinito en lo finito y es la naturaleza mismas de las cosas y nada fuera de ella.
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