poema al futuro
nosotros
ponemos lunas rojas,
verdes y amarillas
frente a los empolvados
esqueletos del pasado,
encandilando el alma
de quien nos siga
e invitándolo a usted,
futuro,
a desencajarse,
a desenvolverse,
a triturarse de placer
y de risa
ante aquéllos,
los aburridos,
cascabeles tediosos,
a que nos haga sentir
la cosquilla futura,
mirando hacia adelante
desde la cima de nuestra memoria,
saltando, bailando,
diciendo.
¡fuera el tedio,
fuera las máquinas
siniestras del aburrimiento,
fuera los argumentos
como arcaicas bisagras!
acá viene el futuro
del cuerpo sin articulaciones,
del sonido del viento
en el pecho de las flores,
del tortugo
que al fin sale de sí mismo
y se mira en el agua,
venga nomás,
futuro,
que nosotros ya nos juntamos,
que estamos esperándolo,
que ya somos el animal-collage
donde los lunares se amontonan
como miles de ojos
y que ven
como si un sólo ojo fueran,
ya somos el chillido tóxico
que perfora el cielo
gris y acartonado
para que usted,
futuro,
se filtre,
lloviéndonos encima,
bañándonos los picos,
haciéndonos palabra y movimiento
de agua iluminada.
seremos pacientes,
pero no mucho,
queremos que venga,
queremos que aplaste,
queremos que ría,
¡ríase con nosotros,
amigo,
de aquéllos,
los aburridos,
y dígale al presente
que ya no disimule!
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