Reincidía. Bajo ese enquistado mal latiendo en sus entrañas, necesitaba subsistir a toda costa; beber el sabor de cada gota; ser único en su especie. La noche lo había fagocitado en ese oscuro vientre de miradas tenebrosas, como justiciero de los males. Detrás, un mundo de mortales yacía bajo el influjo de aquella luna llena; la misma que en él, originaba esa furiosa sed de sangre y de venganza...
Texto agregado el 02-12-2003, y leído por 370
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Lectores Opinan
03-12-2003
ay esa luna que poder de sugestion y esa chica...o sea vos, que poder de expresion y de síntesis...jaja. muy bueno Anis...piquitos de luz para vos gaviotapatagonica