Fue en pueblo con olor a tierra y madera, con sabor a chocolate y café. Fue una noche con luces artificiales. El olor a tequila, tabaco e incienso prendieron una chispa, pequeña, pero iluminó las sombras que de costumbre nos acompañaban y la oscuridad de tiempo atrás; fue un trago de agua para nuestra boca sedienta, fue un respiro para unos pulmones al borde del ahogo.
Fue en una mesa, en una silla, apartadas pero mágicas, fueron unos tragos y muchas palabras, demasiados recuerdos e incontables vidas. Conversaciones cargadas de experiencia, cargadas de novedades y de mucha inteligencia. Escuchamos atentos e interesados, miramos sorprendidos y nos comprendimos.
Fueron una y varias noches, fueron calles solitarias y plazas abandonadas, a veces, besos silenciosos; siempre, miradas profundas; risas, muchas risas y demasidas ganas. Fue contigo y toda tu vida, fue aquí y será para siempre...
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