A TI MADRE
La alegría me invadió al saber que eras tú,
Ha quien yo había escogido,
Dos lágrimas brotaron de tus ojos,
Y rodaron hasta el interior,
Donde me encontraba yo…
Me siento enajenado al saber,
Que eres tú a quien yo escogí,
Y que eres mía, que jamás te dejare…
Estoy flotando en tu interior;
Y me agrada esta sensación,
estoy tan protegido…
Que no me asfixia tu calor.
Ni la lluvia; ni el invierno me producen ya temor,
Porque me encuentro rebosando en tu interior.
Más solo te pido me perdones,
Si te exijo demasiado,
Pero es la condición.
Que me ha exigido mi señor,
Para poder estar…
En este rinconcito de tu corazón.
Y si algún día me olvido,
Del lugar,
Que mis sueños cobijo,
Con las espinas de una rosa…
Recuérdame, quien fue quien me mimo,
Quien en sus desvelos de mí amaneció,
Y si aun así me olvido que tú me cobijaste.
Reprime tu cariño, ha este pecador.
Que ignora lo que padeciste,
Con tal de tenerme junto a tu corazón.
Si algún día me olvido,
Recuérdame que soy el fruto de tu amor,
Hacia la vida y hacia Dios,
Que tú eres la mujer a quien con
Cariño mi amor la olvido.
Si me olvido dime soy tu MADRE Y te callas porque aquí
En este vientre estuviste cobijado, y mimado de los fríos y de tormentas
Causadas por el viento que hoy te espanta y hace que te olvides
De mi amor.
A mi madre
Iniciadora de vida
Letargo de mi existencia
Javier Guillen
Un día del 2000
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