Quedarme quieta para escuchar al corazón
es la mejor opción cuando se está cansada de andar,
cuando el camino que he recorrido
me ha desviado del destino al que pretendo llegar,
o cuando necesito hablar, no con
personas si no con mi alma nada más.

Soy mi amiga, mi hermana, mi sombra y complice
la hermosa y temible mujer que anda por los rincones
de la vida en espera del momento final
al reencuentro con el cielo y las estrellas
al tiempo de mi verdad, al refugio de este
mi corazón de cristal.

Hoy quiero quedarme quieta para poderme escuchar
para saber porque amanecí con miedo
con sentimiento de escapar,
no quiero hablar con nadie que me haga dudar
de la esencia de vida, de mi paso por aquí.

Quiero volar y no temer, salir al encuentro
de un momento de paz, no andar por las
calles ni ciudades como queriendome encontrar
ser alguien que no soy y ser lo que nunca fui.

Hoy estoy confundida y solo necesito paz
hablar conmigo misma y dormir por siempre jamás.
Tal vez durante el sueño pueda encontrar
la luz de mi alma, la luz de mi hogar
y darle latidos de vida a este corazón
cansado de andar.

Viene mi tiempo de partida y pronto podré
contemplar la luna de cerca como hace tiempo atrás
con estrellas danzantes y almas en libertad.