Uno busca lleno de esperanzas
el camino que los sueños
prometieron a sus ansias.
Sabe que la lucha es cruel
y es mucha pero lucha y se desangra
por la fe que lo empecina...
Uno va arrastrándose entre espinas
y en su afán de dar su amor,
sufre y se destroza hasta entender
que uno se ha quedao sin corazón...
... ...
Uno está tan solo en su dolor...
Uno está tan ciego en su penar....
Pero un frío cruel
que es peor que el odio
-punto muerto de las almas,
tumba horrenda de mi amor-
maldijo para siempre y me robó...
toda ilusión...
“...y así como la variante de un número cambia la suma, la vida del hombre moderno, hermosa y trágica, es un juego de ilusión y de agonías que desgastan la esperanza...lo sabido, lo deseado, lo querido...Porque no hay nada que sea tan horrendo como no creer. Ni tan triste ni tan hondo. Recuerdo aquel estado especial de mi espíritu para justificar esa amargura de “Uno” (...) Y aquello de “punto muerto de las almas” no es pura invención literaria...”
Enrique Santos Discepolo
Mensaje encontrado en una página de internet (o en algún lugar del alma)
Yo sé que a veces es mejor no hablar de ciertas cosas, que cada palabra es como un puñal, pero necesito este descargo de verdad.
Quisiera recoger el pedazo de vida que dejé en alguna calle perdida en la que no te encontré, donde vi tu espejismo en un amor que no fue.
Mil veces te soñé como la heroína de las series de televisión o en los ojos de aquella estrella de cine que me conquistó.
Imaginé nuestro encuentro en cada lugar, te puse un millón de caras, de cuerpos, de voces y cada uno de mis amores.
Sentí el roce de tu cuerpo con el mío, y el sabor de tu esencia tan especial.
Te esperé bajo la luz de una luna plateada, pero no te vi, quizás me observabas escondida detrás de una estrella o en el retazo de un sueño que se rompió por ahí.
Me paro en una esquina y observo a las personas que ríen sin parar, mandándose besos por celular, compartiendo fotos sin maquillar, mensajes de texto que vuelan de aquí para allá , tenues cuchicheos llenos de deseo.
Todo esas cosas rondan mi cabeza y no me dejan dormir, son crueles las dagas del dolor cuando se clavan en el corazón.
A veces creo que te encontré y te perdí, pero seguramente no fue así.
Quizás sólo eres la inmensa escultura que mi mente creó o la perfecta pintura que mi corazón pintó.
En ocasiones creo que fuiste la chica que me dijo que no, la hermosa mujer que no me miró o una lágrima que se me escapó.
¿Cuál es el límite de esta obsesión? ¿Mi alma desnuda en televisión o mi sangre en el diario de hoy?
Mi mente se nubla y te desea una vez más, entre las sábanas blancas que pueblan mi cama, debajo de las frazadas, escondida en mi almohada o simplemente parada junto a mí. ¿Por qué no estás allí? ¿Por qué te burlas de mí? ¿Es mi destino que esto sea así?.
Tal vez sobrevueles mi jardín haciendo Ala Delta y me sonrías, entonces moriré una vez más, porque seguramente no te podré alcanzar, estando encerrado en mi sufrir, apretando fuerte mi pecho y acariciando lo áspero de mi corazón, lejos de la razón, abrazado a la desolación de vivir en mí.
¿Cómo hago para decirle a mi alma que salga de punto muerto? ¿Cómo hago para abrigarme de este frío que surge desde tan adentro?
Sigo esperando que la luz del alma me haga brillar, pero sólo encuentro oscuridad.
Divididos por la felicidad o unidos por el dolor, quizás esa sea la clave de todo lo que pasó.
Sólo espero encontrarte algún día, cuando mi corazón esté preparado y estén abiertas las puertas de mi percepción.
Te he puesto mil nombres, Felicidad, sin embargo te seguiré buscando en un abrazo franco, en un beso sincero y en cada una de las cosas que me hacen sentir.
Sólo te quiero pedir, cuando estés frente a mí, que me abras la puerta para salir a jugar ... quizás de esa manera lo pueda disfrutar de verdad. |