La verdadera felicidad es un estado mucho menos angélico y hasta bastante menos agradable de lo que uno tiende siempre a soñar. Ella dice que la gente acaba por lo general sintiéndose desgraciada, nada más que por haber creído que la felicidad era una permanente sensación de indefinible bienestar de gozoso éxtasis, de festival perpetuo. No, dice ella, la felicidad es bastante menos (o quizás bastante más, pero de todos modos otra cosa)y es seguro que muchos de esos presuntos desgraciados son en realidad felices, pero no se dan cuenta, no lo admiten, porque ellos creen que están muy lejos del máximo bienestar……(extracto, La Tregua.)
De esta manera Laura le describe la felicidad a Martín; que diferente sería si todos viésemos la felicidad de esa manera y no la complejidad de enjambres que creemos que es, comprendo que es difícil creer en algo así, imaginar siquiera que todo por lo que soñamos no es tan inalcanzable sino que esta ahí, al alcancé de tu mano.
En mi vida las cosas con muy simples, se que amo y que me aman, pero también se que amo y que no me aman, sueño constantemente que me quedo ahí, en alguno de esos maravillosos sueños, sin tener que despertar, ni pensar, ni llorar, ni suspirar…..
La felicidad es mas simple, de pronto es tan fácil como entender que tenemos lo que nos merecemos…..aunque duela.
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