10:00 pm. No sabia donde estaba EL, Gustavo recordó con cuidado lo ultimo que hablaron, con detalle casi contando paso por paso, había dicho que a las 9:00 en punto, en la habitación numero 12. Si, estaba seguro… Entonces por que no aparecía?
Sentado en el viejo sillón gris de la esquina desde hace un rato tenia todo listo, su maquina de escribir antigua, lápiz y papel pues a EL no le gustaba trabajar con lap-tops ni nada nuevo en tecnología, alegando que de esa manera el mensaje seria mas fuerte…
Ese problema no lo tenía con Linda, Daniela ni con Francisco, incluso podían verse en su cuarto mientras estuviera cerrado y con muy poca luz…
Empezaba a sentirse angustiado pues era tarde y le urgía la intervención de este personaje para continuar con su historia que ya era prácticamente el final de su muy esperada novela, faltaba poco y ya nada mas faltaba el…
La temperatura del cuarto descendió al grado en que podía ver su propio aliento, sintió miedo pues ya sabia que venia molesto y no era fácil lidiar con el así, sus dedos, las orejas y la punta de la nariz se le comenzaron a helar cosa nada común en sus encuentros sintió desconfianza…
Lo primero que vio fueron sus pies borrosos a un lado de la cama, de un color entre gris y verde, después el pantalón blanquecino hasta las rodillas…
La imagen comenzaba a volverse mas sólida dejando ver la silueta completa, Mr. Wilkox había llegado…Pero esta vez se veía y se sentía diferente, Gustavo comenzó a temblar…
Con un grito escalofriante se puso de pie lanzando lámparas y cobijas con gran violencia, se movía de manera frenética y musitaba palabras sin sentido de una manera escalofriante… Algo andaba mal, Gustavo estaba completamente aterrorizado, el shock lo mantenía paralizado, su primer impulso de poderse mover, seria largarse de ahí, esto nunca había sucedido estaba desconcertado y sumamente asustado…
Con un último gemido profundo Mr. Wilkox se incorporo… Ahora su imagen era clara, todo su cuerpo hasta su vestimenta menos la cara…
Una pequeña lágrima rodó por la mejilla del escritor que nunca parpadeo, sabia que algo malo le sucedería, su corazón bombeaba la sangre con tanta violencia que podía escucharse…
Mr. Wilkox no era el, es como si alguna otra fuerza aun mas poderosa tomara su forma para manifestarse, el espectro lentamente avanzo y se inclino con su borrosa cara hacia Gustavo que solo emitía sonidos mudos e incontrolables…
Involuntariamente su cara se volteo y el ente comenzó a susurrarle palabras al oído que sus manos poseídas escribían en la maquina antigua sin cesar, cada palabra le acuchillaba el cuerpo por dentro, sintió un endurecimiento sobrenatural en cada uno de sus músculos, además de un liquido caliente que le corría entre las piernas, no podía moverse o deja de escribir, noto en sus manos como las venas le saltaban asemejándose a una telaraña gruesa y obscura, su garganta se le cerro llenándose de algo que hervía, tosió atragantándose escupiendo un liquido negro y espeso, sus lagrimas ahora eran obscuras y ardientes empañando su vista…
Sin permitir que Gustavo bañado en ese oscuro y copioso liquido parara de escribir, el escalofriante espectro se enderezo y volvió a sentarse en la cama, mientras Gustavo dio los últimos tres golpes en las teclas exhalando su ultimo aliento de vida dejándose ir “FIN”…
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