Maravilloso Universo cuando me sabía yo el hacedor de todas las cosas. Mi nombre era el acto de impregnarme sobre las cosas que me rodeaban como una estampilla personal colocada cuidadosamente sobre los objetos para que estos se relacionaran entre sí en mi nombre. Maravilloso momento en que me sabía energía atómica impregnante, colocación de mi propio color.
Sueño. Territorio de Libertad en donde puedo ejercitar mis facultades. Encuentros con seres de ultratierra siendo yo ultratierra también. Adaptabilidad. La vigilia es una adaptación forzosa porque todo está construido concretamente. Una solidez espantosa. Un lenguaje de muerte que pareciera hacer a los demás. El surgimiento de lo convencional como una herramienta que nos ayuda a entendernos… en lo que no somos. Lo que somos desplazado. Lo que somos entendido como lo que no debemos ser. Desplazados. Siglos de condicionamientos.
El lenguaje ya no significa, ni siquiera representa, pero debe seguir siendo utilizado, como una práctica hasta alcanzar la dessignificación total… la adaptación al mundo grande de los insectos, que en él vivamos sin verlo, que en él vivamos sin ser capaces de valorarlo…, que el lenguaje toque las cosas tímidamente como pidiendo perdón.
Si me sé un alma atrapada en un mundo gigantesco de insectos, al conocerme como lapso, soy capaz de tomar ventaja de mi situación. Verme a mí mismo como un ojo en el lapso entre dos parpadeos de un gran soñador… soy yo mismo y así es cómo me veo. Un alma atrapada en un mundo gigantesco de insectos, una aventura, un experimento, una realidad chiquita que hace parte de otra realidad mayor, completa, con significado; con alivio para el alma y para la respiración.
Solo, veo a los demás como cosas balbuceantes en los que no entiendo tanta seriedad al estar atrapados en esta dimensión.
“La Necesidad” ¿A qué responde “La Necesidad”? “El temor a la muerte” ¿A qué responde ese temor? ¿A qué responde? ¿Al temor a ser atrapado por el propio Monstruo? Por lo menos yo, sé que aliviado respiraré ¿La Necesidad de permanecer como un ente serio y respetado en una dimensión insecto? Bueno, eso es la “vida” señores, pero, en tales circunstancias ¿Quién desea portarse bien? ¿Quién desea Obedecer?
Solipsismo: De mí nombro al mundo, como un experimento, como un lugar de alejamientos, absolutamente carente de ser. Vivir es adaptarse al absurdo, la locura es conocer que uno sólo hace como que se adapta y esa locura puede convertirse en un arte sin arte, desesperación pura… aquello que todos deseamos nombrar.
Sonrisa, en un ejercicio experimental.
El alejamiento para con los demás es infinito. Como yo, sólo conocí a un hombre que logró salirse de “aquí” y alcanzar esta misma libertad.
Solipsismo.
Solipsismos.
Sí, pero ese solipsismo, esa concentración furiosa en uno mismo que toma lo exterior únicamente como dato para la interpretación, pero datos circunstanciales para el ser, nos obliga a despertar en nosotros la energía de nuestro origen. Habitar un mundo de Dioses y Duendes en el que somos Dioses y Duendes prestando a esta circunstancia la energía de nuestro ser. Que la casa sea el firmamento y la circunstancia Tierra un trocito o un puntito en nuestro jardín. Solipsismo. Vida-aquí ejercicio.
Amar es modular la voz para que los demás al escucharnos sientan cariño que sale de Nos. Impregnar cariño mediante largos ejercicios de modulación de voz.
Solipsismos, joder tío, te amé!
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