Caminando en la oscuridad perdido, como de costumbre, vi dos luces que me alumbraban desde lo alto de un árbol. Se apagaban y volvían a prender.
Extrañado me quedé observando. Entre curiosidad y desconfianza, me acerqué sigilosamente.
Era el señor búho que me miraba con esos ojos gigantescos.
Me dijo que no quería asustarme, sino iluminar un poco el camino para que no me tropezara y no me cayera a una zanja.
- Gracias señor búho, le dije.
Apunté con mi carabina aprovechando la luz de sus ojos y le disparé a mansalva.
Seguí mi camino en la oscuridad.
Es que no hay nada más que me moleste que me asusten de esa manera. Sí, conforme... Me estaba haciendo un favor la pobre ave, pero yo no se lo pedí.
Texto agregado el 10-03-2006, y leído por 147
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Lectores Opinan
10-03-2006
parecia q venia un re cuento pero bue... final inesperado gabriel_f88