Analogía existencial.

Comparar es tan humano como ignorar.
Aquello que no tiene explicación, aquello que no puede describirse tiende a ser comparado.

Tanta falta de recursos mentales tenemos que siempre comparamos lo uno con lo otro.

La facilidad para amagar palabras y conceptos que nacen de la mera observación.
Escapamos a eso, derrochando sentidos.
Es como explicarle a alguien como es el olor de un perfume.

Y por más que lo expliquemos, nuestro interlocutor no lo comprenderá del todo y lo relacionará con algo, por él, ya sabido.

No sé si me entendieron algo, traté de explicarlo.