Te fuiste tejiendo vocablos y abrochando madrugadas, cobijada por tus sueños, volaste hasta que tus alas aprendieron a ser desbocada brisa. Y anochecida y embestida por las preciosas guirnaldas de un futuro promisorio, planeaste valles, naranjales y trigales para aposentarte a la diestra de una quimera.

Así has encarado la vida, romántica y silenciosa, te empeñas en buscarle nuevas aristas al corazón, hasta que de éste brota una melodía que te mece y pacifica. Pero eso dura sólo un instante porque de inmediato te empeñas en redibujar el mundo a punta de palabras y en ese momento diseñas nubes que llevan de pasajeros a los anhelos más preciados.

Y como todos los poetas, recurres a las estrellas para que te enseñen el camino más corto hacia los sueños que navegan a la deriva en el profundo tizón de la nada. Después caminas descalza por la playa oteando el horizonte, a veces piensas que no te has venido del todo, que las alas aquellas sólo te trajeron en parte. Y nunca pierdes la esperanza de que lo que falta de ti, arribe engalanado de esmeraldas. O puede que eso nunca acontezca y te quedes aquí y allá como la perfecta imagen de dos faros que se besan a la distancia…



Un regalito para Neus en su cumpleaños, que la jornada se ilumine con la presencia de todos los que ama.