Se siente un vacío
para armar las palabras
de cualquier historia
y entonar la suave melodía
certera al oído.

Recuerdo de a poco
aquella careta
la anterior a la última
usada en los habitáculos
de luchas sin destino

No acertaba con la correcta
para seguir sobreviviendo
entre tanto brillo
de solemnes aguerridos
exitosos sabios de la nada

No me di cuenta
tuvo que haber fallas
en el viejo espejo
donde medía recitaba
el tono adecuado

Fue con la última
por fin un espejo decente
diría perfecto
para encarar los enlaces
sutiles y llegar a la meta

Observo en silencio
de vuelta a mi cara
esos pasos de muñeco
necesidades de los días
fatal no sé creo.