Es el deseo que arrastra a mi cuerpo
a la dulce sensación de haber pecado,
y mis labios te seducen débiles
ante tu mirada perdida,
y se envuelve mi alma desnuda al recorrer
tu sonrisa ciega a lo imposible.
se cubren nuestros ojos aún abiertos
en éste río de atardeceres
para seguir viviendo en un mundo de sueños,
para seguir soñando en nuestro mundo prohibido.
Texto agregado el 09-03-2006, y leído por 108
visitantes. (3 votos)
Lectores Opinan
14-03-2006
Vaya recien me entero q lso sueños son un mundo prohibido, pero como nos gusta lo prohibido. :). FElicidades yerard
09-03-2006
contemplante.. prohibido. joshep
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login