Cuéntame que anoche vendiste tu sexo a los hombres de las calles miserables. Cuéntame que robaste las alas de los ángeles que tu vientre araron. Cuéntame que despezaste las aguas del río que te vio nacer. Cuéntamelo todo. Así podré clavarme un puñal en la garganta para sangrar inmensidades. Haz estallar en mil hojas las ciudades orientales que ayer declinaron. Haz rajar el gaznate de los indios de los que te despojaste Haz que los suspiros repriman el llanto de los dioses. Hazlo todo. Así podré clavarme un puñal en la garganta para sangrar inmensidades. Impón el canto del papel en blanco que ayer humeaba. Impón cuchillas de celofán ausentes de todo entre vanidades. Impón troncos mutilados en el suelo de la tierra mojada. Imponlo todo. Así podré clavarme un puñal en la garganta para sangrar inmensidades. …Mátame… Si tienes aún fuerzas para remar…
Texto agregado el 09-03-2006, y leído por 346 visitantes. (14 votos)