Dicen que la Internet idiotiza y hace que las personas no tengan vida y se encierren aun más sus casas, no obstante, puede ser una importante fuente de creatividad, una herramienta que las mentes puedan usar.
Llevaba mucho tiempo soltero y deseaba con ansias la compañía de una mujer, una pareja, una compañera, amante y mi futuro, pero dada mi naturaleza, quería que todo fuera especial, nuevo, novedoso e impactante y así pensando llegué a una idea.
Con mis conocimientos comunicacionales y de gráfica diseñé una página Web y una tarjeta en la que solamente estaba impresa la dirección de la página aludida.
Recorrí lugares, he hice mi vida normal siempre con la tarjeta en la billetera, hasta que de pronto, ahí, en el mostrador de la multitienda xxxxxxx, apareció ella, no sabía ni su nombre, ni su edad, ni su historia, solo sabía que si quería pasar el resto de mi vida con alguien, sería con alguien de esa estampa. Fui a su lado y tembloroso le paso la tarjeta con la dirección de la Web que había diseñado y le dije “cuando puedas, entra a esta página por favor”, le arrojé una sonrisa y me fui. Luego corrí a mi casa y prendí el PC modificando una frase en la Web.
La Web era sencilla y era más o menos así… al entrar había escrito un mensaje que decía: “si estás acá, es que recibiste la tarjeta, felicitaciones” y un link que decía “entrar”, al presionarlo se habría otra página en donde estaban mi curriculum, mis fotos, mis poemas, mi voz grabada en mp3, mis canciones favoritas y los platos que sabía preparar, mis defectos con honestidad, mis correos y mi dirección Messenger y todo lo que había que saber de alguien, todo alrededor de un mensaje que decía:
“he estado solo por mucho tiempo, y he buscado en el mundo a un doble de sueños, alguien con quien poder delirar y conocer para… quien sabe, tal vez ver las hojas caer amarillas sobre las cabezas de los nietos; no sé amar, quizás por eso estoy así, y quería saber si tú, la niña morena de ojos cantores de la multitienda xxxxxxx quisiera enseñarme a hacerte feliz”
No fue temerario, sólo fue distinto y afortunado, y este viernes, ya después de un año de haber hecho esto, por fin nos casamos. |