Y se engendro un sentimiento extraño e inexplicable, casi irracional, nuevo, triste, alegre, tierno y suave. . .
Los besos viajaban a través del viento, pasando por cumbres nevadas, para posarse junto a ti, cerquita de esos labios que jamás se posaron en los míos, pensando como estar mas cerca, como mantener esto congelado así, perfecto como era, hasta que yo pudiera alcanzar tus brazos, y no fue suficiente querer querer, y no fue suficiente soñar soñar, de todas formas no paso, pero el recuerdo lo guarde en mi cajita de tesoros, por si un día nos topamos en una esquina, así te reconozco y no vuelvo a perderte mas.
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