Tal vez me ria de todo esto en un par de años, tal vez llore, tal vez añore, tal vez ame, tal vez crezca y reproduzca mi alma en un espejo.
Quizás sienta el deseo ardiente de la pasión con un beso, con otras manos, con otro cuerpo, pero nunca la verdad absoluta del alma transparente que dilata en el tiempo a pesar de las dudas, a pesar de las distancias y sin pararse a pensar en nada más.
El corazón navega a su antojo por nuestra razón, y el destino puesto en nuestras manos y las miradas impenetrables del reloj, de los segundos son capaces de atrapar la vida en un suspiro. Sitúa mi futuro ante mis ojos, y justo cuando más cerca de mi piel se encuentra se evapora, huye, me extraña, y me quedo con la saliva en la lengua sin poder `probar la miel que me presentan.
Cruel, inerte, maligno... ¿no vas a dejarme saborear el placer más de un segundo? ¿Siempre vas a robarme lo que me hace feliz? ¿Porque la incertidumbre me tiene que acompañar en este lento paseo hacia ninguna parte?
No me respondes, no me dices nada. Y me desespero, y mi corazón me habla bajito al oido, y me dice cosas que me duelen, y me cuenta historias que no quiero escuchar. Mi corazón me incita, me enseña qué le haría feliz, y yo no quiero, hago que se silencie, le axfisio con una carga sobrenatural. Y llora. No deja de llorar. Se pregunta porqué es tan difícil, porqué es tan complicado querer y amar. ¿Por qué no me dejas? Me atosiga día y noche con esa pregunta.
Y contéstale tú, díselo tú que sabes que pasará y ayúdale a sentirse feliz con el día a día. Pero tú tampoco atiendes a sus súplicas, nadie lo hace...
Y contéstale tú, díselo tú que sabes que pasará y ayúdale a sentirse feliz con el día a día. Pero tú tampoco atiendes a sus súplicas, nadie lo hace...Cansado de estar conmigo se ha marchado, ha decidido dejarme. Para nunca volver...me puso un ultimátum: o amas o jamás regresaré. Y ya es el momento para volver.