Las leyes de la Vida son creadas por nosotros mismos y por nuestro entorno. Uno piensa como se le ha enseñado a pensar desde pequeño, ya sea por sus padres o por sus familiares o tal vez por amigos que se dedican a “Enseñarle” lo correcto o incorrecto. Pero por otro lado, nosotros contamos con una mentalidad propia, la cual para algunos, es fácil de manipular y para otros es muy difícil de domar. Entonces, cuando vamos creciendo y esta mentalidad propia se va desarrollando, pues los demás siguen aportando sus pensamientos en ti y ya queda en uno mismo clasificar las cosas que han mostrado.
Personalmente me dedico a APRENDER de los demás, no dejar que los demás vivan en mí, sino permitirles que me otorguen sus habilidades y conocimientos para poder tomar mis propias decisiones tomando siempre en cuenta lo que los demás me han aportado. Sólo usando mi PROPIA MENTALIDAD es como yo creo que voy a tener éxito. Sólo aportando mis conocimientos a otras personas es como yo creo que voy a ayudar. No soy una persona que llega a imponer, sino que me considero una persona abierta a nuevas opciones, nuevas personas, nuevos conocimientos. Mi vida es una más entre otras millones que me rodean, queda, entonces, en mí decidir disfrutarla. Queda en mí ser recordada. Queda en mí ver mi vida como la única que tendré y tomar en cuenta que para ser una persona, los años aproximados de vida, no me alcanza. Por lo tanto, viviré mi vida con las leyes que yo misma me creé. Con las leyes que los demás me ayudaron a crear. Con las mismas que yo misma mostraré a los demás para que les ayude a crear sus propias leyes. Mis leyes constan principalmente de valores, conocimientos y las siempre presentes, metas.
Gracias a las metas soy quien soy, tal vez para los demás sea sólo Cessiah Zavariz Andrade, segunda hija de matrimonio Zavariz-Andrade. No puedo ser universal (por el momento) pero con mis leyes de vida, les enseñaré a los demás que siendo una sola persona puedes ser más de lo que tú mismo crees que eres, y sólo queriendo honestamente, superarte, puedes ser un verdadero humano.
No sé lo que me espera, no sé lo que tendré en mi futuro, no sé lo que me faltará; pero sé que mis leyes dictan: “Lo viviré” |