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CAPITULO 2.
EN PELIGRO DE MUERTE.

Después de saltar por el ventanal roto, recorrieron las calles vacías y las casa en ruinas en busca de la casa donde vivían Ana y Rouse.
Llegaron a un patio y vieron a dos personas que aun no habían sido atacadas por los muertos. Eran un matrimonio mas bien mayor y parecía aterrado. Empezaron a hacerles señas y a pedir ayuda en cuanto los vieron.
Según lo que les explicaron, la nieta del matrimonio de ancianos se había quedado dentro de la casa, escondida, mientras que los muertos atacaron a los padres y los mataron. Ellos lograron salvarse pero la nieta seguía escondida en la casa y los muertos podrían encontrarla. Yack no se lo pensó dos veces y, dejando a su hermano al cuidado de Gary, se dirigió a la casa dispuesto a salvar a la niña.


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Yack dentro de la casa descubrió que varios muertos le esperaban acechándole en todos los rincones.
Nada mas entrar, un muerto, armado con un hacha intentó partirlo por la mitad. Consiguió salvarse por los pelos, gracias a que vio la sombra del muerto antes de que este pudiera golpearlo con el hacha. Lo dejó fuera de juego con un certero disparo ente los ojos. Alertado ya por la inesperada bienvenida, se enfrentó con otros cinco muertos con el hacha del primero, puesto que no quería quedarse sin municiones. Cuando hubo limpiado la casa de zombis, empezó a buscar a la niña y también armas de fuego puesto que le serían de gran utilidad.
Encontró varias en un armario de cristal así como varias cajas de municiones, se guardó todas las cajas de municiones, así como varias armas, un rifle, una escopeta etc. También encontró lo que quedaba del padre y la madre, esparcidos por todo el pasillo y, mientras se acercaba a una de las habitaciones escuchó como una especie de gemido contenido, y supuso que debía ser la niña. Abrió la puerta y se encontró una habitación pintada de rosa con trozos de muñecos y peluches esparcidos por todos lados, se acercó al armario y debajo de un montón de ropa vio a la niña que se agarraba con fuerza a un conejito de peluche. Al verle sonrió no dijo nada mientras Yack se agachaba y la cogía entre sus brazos y la tapaba con una camisa del armario, para que no viera los cuerpos mutilados de sus padres.


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Gary esperó fuera cuidando del hermano de Yack (al que creían muerto), y vigilando para que no llegasen mas muertos y sorprendiesen a Yack dentro de la casa. Mientras pensaba en como se encontraría Rouse, oyó el primer y único disparo de Yack. Al no oír mas disparos, empezó a temer que le hubieran matado. Para tranquilizarse, se agachó frente al cuerpo de Maikel y se puso a tomarle el pulso, pues le asaltó la idea de que podía estar inconsciente en vez de muerto. Primero pensó que eran alucinaciones, pero se dio cuenta de que aun respiraba aunque muy débilmente. Y rezó porque Yack pudiera enterarse de esa buena noticia, y de que la pareja de ancianos pudiera recuperar a su nieta.
Tras una hora de angustiosa espera, (una eternidad para Gary), la puerta de la casa se abrió y dejó ver a Yack con la niña a cuello. Gary estuvo a punto de soltar un grito de alegría, pues parecía que le habían quitado un gran peso de encima.


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Con la niña a salvo entre los brazos de sus abuelos, Yack les preguntó por la dirección en la que se encontraba la casa de Ana Renat, la medica del pueblo.
El hombre, llamado Jorge, con su mujer, Isabel y su nieta Aída le pidieron ir con ellos pues estarían mas seguros todos juntos que por separado y además les guiarían hasta la casa y les ayudarían en todo lo que pudiesen.
Antes de que Yack cogiese a Maikel, Gary le contó que seguía vivo y a Yack se le iluminaron los ojos de la alegría.


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Rouse cargó el revolver de nuevo:
- ¡Anaaaa nos quedamos sin municiones!, Por el amor de Dios, ¿es que no se va a acabar nunca?
-Aguanta Rouse, por favor, solo un poco mas, ya oíste al demonio. ¡Vienen para aquí!
-Ana, ¿cómo es que hace un rato no oímos nada?, ¿Se habrán marchado?
-¡Rouse, no! Es posible que nos estén esperando, ¡cuando salgamos nos matarán! ¡Aguanta, venga, por Gary, por Yack, por Maikel! Vamos Rouse, solo un poco más.
- Es imposible Ana ya no aguanto mas, me doy por vencida es si, si ves que ya no resistimos, mátame tú, no esos muertos repugnantes. No quiero volverme como uno de ellos.
-No digas eso Rouse, por el amor de dios, saldremos de aquí, te lo prometo. Y ya sabes que yo siempre cumplo mis promesas.
-Ahora no es el momento de pelearnos. ¿Oyes eso? No saldremos de aquí, ya vuelven.- susurró Rouse conteniendo las lagrimas.


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Yack, Maikel, Gary, y el matrimonio con la nieta llegaban en ese momento dispuestos a salvarlas o para enfrentarse a una cruda realidad, su muerte.
-¿Están seguros de que es aquí?- preguntó Yack deseando que no fuese así, debido a que el caos y la destrucción reinaban por todas partes.
-Si, - respondió Jorge- me temo que esta es la calle donde vivían.
- Pobre Ana, - susurro Isabel- con lo buena que era. Recemos para que no haya muerto.
-No han muerto, no pueden haber muerto - murmura para sí Yack- es imposible que hayan muerto.
En ese mismo instante, Gary, que se había mantenido ajeno a la conversación, le murmura a Yack.
- Esto esta demasiado silencioso, es una trampa, prepara las armas.
- ¡Pónganse a cubierto, - les dice Yack al matrimonio- rápido! ¡Es una emboscada!
De pronto, varios de zombis salieron de entre las ruinas dispuestos a matarlos.
Yack y Gary se liaron a tiros, muchos de los muertos caían, pero aun así hacia falta un milagro para salir vivos de allí.
Yack miró al cielo y pensó que al menos moriría estando satisfecho y sabiendo por que y que se había esforzado en hacerlo.

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Ana oyó los tiros y supo que necesitaban su ayuda, si no saldrían vivos de la emboscada jamás, miro a Rouse y vio el cambio que se había experimentado en ella. Al oír el fragor de la lucha, la esperanza había vuelto, con solo una mirada se comprendieron, ambas estaban dispuestas para la lucha.
-¡¡¡¡AL ATAQUE!!! - gritaron ambas a la vez -¡¡¡ moriréis malditos!!!
Los muertos se vieron envueltos en le fuego cruzado de las armas y como estaban sin protección, comenzaron a retirarse pero no se lo permitieron y acabaron con todos.
Después del tiroteo, Ana y Yack corrieron a abrazarse.
-Dios santo, Ana, creí que no volvería a verte, estaba tan preocupado... - murmura Yack casi sin poder controlar las lagrimas.
No seas tonto, sabes perfectamente que puedo arreglármelas sola, ¿no creerás que un grupo de muertos inmunes a ruegos y persuasiones pueden conmigo?- dijo irónicamente Ana.
-¡¡¡¡¡¡¡¡¡Por supuesto que no!!!!!!!!!- grita Yack en tono asombrado.
Únicamente esto bastó para que todas las tensiones se descargasen en una explosión de carcajadas. Después de reírse durante un rato, Ana sugirió que entrasen en la casa, donde seguramente estarían mas seguros, fue en ese momento cuando descubrió a Maikel, inconsciente, al lado de Gary.
-Dios santo, ¿qué le a ocurrido? Rápido, pasarlo dentro para que le examine.
Todos se pusieron en movimiento, Yack cogió a su hermano en brazos y lo dejó encima de lo que quedaba de la cama de Ana.
-¿Crees que se recuperará?- preguntó en un hilo de voz.
-Aún es difícil de decirlo, pero no es bueno que lo hayáis trasladado, podría haber muerto. Las próximas veinticuatro horas son vitales para que se restablezca, ahora mismo se está debatiendo entre la vida y la muerte. -Ana susurró estas palabras con voz ahogada y triste. -No debéis moverle, debe quedarse aquí.
-¡¡¡PERO ESO SERÍA MUCHO MÁS PELIGROSO!!! -Gritó en ese momento Gary. -¡¡¡LOS MUERTOS PUEDEN ATACAR EN CUALQUIER MOMENTO!!!
No, yo no me moveré de aquí si eso puede afectar de cualquier manera a mi hermano. Tu, Gary, debes irte con Rouse en busca de ayuda. Llama a los muchachos desde la ciudad más próxima, vete.- le dice Yack.
-No pienso dejarte solo, ni hablar.
-¡¡¡¡TE HE DICHO QUE TE VAYAS!!!! ¿No entiendes que es lo mejor?, Llévate de paso a Jorge y a su familia.
-Bueno, vale, pero toma, mi arma de repuesto y algunas balas, te van ha hacer mucha falta. Ana, ¿quieres venir con nosotros?
-Vete Ana, es lo mejor que puedes hacer. -Susurra Yack.
-No, además, ¿quien va a cuidar de Maikel entonces?
Bueno, nosotros nos vamos, traeré refuerzos.

Texto agregado el 06-03-2006, y leído por 260 visitantes. (0 votos)


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