Lágrimas de sal, Insípidas tenazas de lo ajeno Parten hacia el mar… Huyen, retardadas, Incendiando el hueso herido Ensimismadas y hostiles, Dejando al alma pueril Inevitablemente a oscuras, Como hielo encendido
Texto agregado el 06-03-2006, y leído por 104 visitantes. (2 votos)