... Si de repente la noche convierte las luces de los faroles en luciérnagas destellantes (donde el deseo de bailar con ellas, en danzarines muecas de sonrisas, dejando que los dedos congelen las estatuas de los dioses, y el clamor de la tierra nos acompañe con quejidos que no solemos escuchar (pues la certeza de los hombres camina de la mano de lo que solo uno quiere saber (haciendo buen uso del proverbio "ojos que no ven, corazón que no siente"). La responsabilidad, dentro de gastados bolsillos (que con el tiempo perdemos en alguna esquina, susurrando a nuestros propios oídos descripciones inconexas, donde la vida nos obliga a abrir paréntesis que los días no nos permiten cerrar sino pasadas las horas, los años (quizás nunca; pero al cerrar uno de ellos, creemos sentir, que parte de nuestros días cobran un sentido, un propósito cumplido (uno de aquellos que de niños creamos a forma de desconocidas ilusiones, donde la realidad se nos presenta como la caja a Pandora (entregada por alguien para un destino, pero la intriga nos recorre como un escalofrió por la espalda, y entonces decidimos abrirla, explorar lo misterioso (sin importar las previas recomendaciones, nos lanzamos en búsqueda del saber que creemos encontrar en si mismo (como sueños en los que despierto al lado del amor, y al girar sobre mi almohada descubro huecos en mis ojos, manchas de tragedias pasadas que nada tienen que ver conmigo). Y por mas que uno no lo quiera, las palabras pesan en las mentes indefensas (como guerras sin sentido, y victorias justificadas en la mano de los hombres; el temor y la tristeza me obliga a buscar respuestas que alguna vez perdí (o creí tener) en las calles mas oscuras (donde me siento mas resguardado que a la luz del día, donde la penumbra indica caminos que tan tenebrosos como sabios suelen ser, y de cuando en cuando suelo descansar y empujar mis pensamientos en la fuente de alguna plaza, donde solo tenues faroles iluminan las partes de mi rostro que nunca quise ver))))))))), me convertiré en farol para volar hecho luz, y con ellas desprenderme de mis rasgadas vestiduras...