Estuvimos en la Plaza,
No ese día, es cierto.
Ese día solo éramos proyecto,
Si es que éramos…
Pero tal vez de ese día,
Las gotas de sudor
acumuladas,
Llevadas por quien sabe
Que sueño de esperanzas,
Nos anidó en el alma,
En las ganas, en las fuerzas,
Y nos acompañó esa noche.
Tampoco ese otro día,
En que si estuvimos,
Pero no juntos, no iguales,
Sino distintos y diferentes,
Pero esa noche estuvimos,
Como siempre.
Y nos mojamos bastante,
Es cierto, no fueron nuestras patas
Las que se mojaron en la fuente,
Que aunque se llevaron está,
Siempre está, no se borra,
No se oculta, no se ve, pero está.
La cuestión es que nos mojamos,
En esa Plaza que no era
La de todos los días,
Ni siquiera la de esos días,
Pero guarda su corazón
Para otros días, para días
Que vendrán, que llegarán.
De donde veníamos?
De un sueño? De una esperanza?
De otra carta jugada, arrojada?
O tal vez, y simplemente,
Porque fue la primera vez
Que estuvimos juntos,
Con los mismos pensamientos,
De antes, de ayer, de ahora,
Del sesenta y nueve y el setenta,
De calle, corrida y gritos,
Los de Ezeiza, los de Baigorria,
Los de la villa, en la Mandarina,
Tal vez por eso, solo por eso
Llegamos de otro lado,
del definitivo, del verdadero.
No había gritos en la Plaza,
Pero estaban, siempre están
Estaban allí, desde que llegamos,
Bajo las treinta farolas
De sesenta soles prendidos
Cuando llegamos desde el Sur,
Te diste cuenta?
Vinimos desde el Sur,
Caminando, lentos, parejos.
Y nos fuimos hacia otro punto,
No, no nos fuimos
Caminamos gambeteando
Cuadras, jugando a las escondidas
Con las calles llovidas, con
Las luces de los taxis,
con los afiches y los cartoneros.
Cantamos piedra libre,
Alegre y tontamentemente
Cuando nos decidimos por una muza.
No me dí cuenta en ese momento,
no estaba para pensarlo,
fue después, ya mas tranquilo
en que me di cuenta
que estuvimos en la Plaza
como un sueño cumplido,
y me pareció que era nuestra vida.
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