Ven amigo, quiero hablarte.
Yo, que te he dicho mil veces
Que el Amor se da únicamente,
Cuando los ojos se miran,
Cuando estando frente a frente
Sientes temblar tu piel,
Con el solo roce de su piel.
Yo, que te he repetido
Hasta el cansancio, convencido
De que solo un aliento
Rozando tu rostro estremece.
Yo que he sido defensor,
Ferviente y fervoroso,
De los cuerpos presentes,
De las almas papables.
Si, amigo, si…
Yo que he rebatido,
Con mil argumentos
Que creía infalibles,
La posibilidad de un amor
Que se surja en la distancia.
Yo que te he convencido
De que no existía mejor Amor
Que el Amor de cuerpo presente,
Ni que era posible, ni aún soñando
Estar enamorado de un sueño.
Yo, que te he dicho estas cosas
Rebatiendo tus ilusiones
De enamorado de un Amor lejano,
Yo, mi apreciado amigo,
Hoy debo confesarte algo.
No se como pasó,
Ni como; sin sentirlo,
Se fue adueñando de mi alma.
Ese sentimiento que pensaba
Adormecido, casi olvidado.
Y lo fue haciendo dulcemente,
Con palabras que no escucho,
Pero leo convencido
De que me llegan al alma.
Con unos labios que no veo,
Y me obligan a soñar despierto,
Cuando dormido los sueños.
Y unos ojos que me han mirado,
Y sin verme, me conquistaron.
Ves, amigo, hoy debo reconocerte
Que el Amor es posible
Aun en la distancia es posible
Y que aún lejano, si quiere,
Nos puede llegar,
De cualquier manera nos llega,
Porque el Amor siempre llega,
Pese a lo que siempre he dicho,
Aun en la distancia llega.
|