Por favor tócame como ayer, por favor bésame como ayer lo hiciste, regale un rato tu boca, entre besos que comparten la pasión desmesurada de dos cuerpos capaces de hacer ver aun volcán; frió, a la flama del cigarro; hielo y a mi esperanza por que estés en mi tristeza.
Por favor pregunta mis deseos, mientras muerdos tus dedos, así como ayer mientras la película gira, dame la oportunidad de dejarte entrar en mis pensamientos, como eres capaz de entrar en mi piel y que sea esta capaz de llamarte y de extrañarte, sugiéreme las cualidades que vez en mi cuerpo convence a mi piel de que la necesitas y dile a la funda que hay en mi que no la necesitas para dormir,
Cubre mi cuerpo de la excitación que le dices entre palabras, con besos seductores entre las sienes y el ombligo fuérzame a la risa, por que tus dedos están bajo mi blusa, dime que te gusto, regálame las noches que haz prometido salta de debajo de la cama y duerme en ella conmigo.
Camina conmigo como lo hiciste ayer, tómame de la mano y bésame con los ojos cerrados que bien se ven tus ojos cerrados, déjame por favor acariciarte con la nariz, convence a mi ropa de llegar al suelo, y dile a mis ganas , a mí llanto y a mi desesperación cuanto deseas ese momento, cuanto anhelaste tenerme en ti, pregúntame por que la elección, mientras te contesto entre besos y mi nariz acaricia la tuya, cuando a mi piel la estremeces entre la laguna de las soledades.
Quisiera hacer desaparecer los miedos y las angustias para dejarte la puerta abierta y no extrañar el sabor de tu piel, y consistencia de tu boca, que me observa mientras mi cara expresa lo que no dice mi boca , mientras necesitas que mi boca diga que te necesitas, y conjuga la verdad en tiempo infinito mientras el placer dure.
Recítame a los oídos cuanto me necesitas complacer la esmeralda tallada, que encontraste encorvada entre las parámetros de mi ropa interior.
Por favor enseña a mis manos a complacerte a tocar tu cuello a excitar el firmamento, que contempla tu cuerpo semidesnudo. provócame la necesidad de aprender el abecedario al revez, enséñame la naturaleza que guardamos bajo la ropa y reta a mis sentidos que te lleven de la ternura a la soledad y de esta brinca a la violencia de mis uñas raspando tu espalda, como niño que juega por primera ves de la bicicleta, que , me caiga de la angustia, que llore de placer que grite que te amo, que susurre, que a mi vergüenza se la robo tu boca y que no existe pecado
Baila el vino, y recita el que se fue, comparte con los ojos cerrados lo que sientes, que solo tuyo es, regálame la dicha, obséquiame la duda, provéeme de la incertidumbre del siguiente mes, adapta las reglas de la satisfacción y el cuidado de los placeres revoltorios y cumple mis caprichos aunque te vallas enfadado por las preguntas tontas y toma el vuelo de las 10.
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