Hundirme en ella
Me basta solo verla,
Su cuerpo resaltando
En el negro que la cubre,
Y un rojo ribete
Sensual la convierte.
Sin resistirlo,
La tomo en mis brazos,
Con mi diestra trémula
Corro el cierre
Que me permite ver
De sus formas
El criollo color.
Despojada y natural
La tomo en mis brazos.
Estando de pie
Su dorso firme
Apoyado en mi pecho.
Con mi mano izquierda
Sostengo su cuello
Mientras la derecha
Cubre su cuerpo.
Mis dedos la acarician
Y ella vibra en su entrega.
Si el pulgar la roza
Graves sonidos
Emite su boca.
Si la acarician los dedos
Subiendo en su cuerpo
Es agudo su murmullo.
Si acerco mi rostro
A su moreno contorno,
Fragor de madera
Acaricia mi piel.
Cálida templanza,
Eterna tibieza
Que arranca sonrisas
Cuando me llega su voz.
Colgada de mi cuello,
Su cuerpo al mío se apreta.
Me roza entero
Y tiemblo con ella.
Me siento y su curva
Sobre mi se acomoda.
Sobre mi pierna izquierda
Se deja abrazar, cálida,
Sensual, dócil, compañera
La sienten mis piernas,
Mis brazos la rodean,
Mi pecho palpita
De sentirla tan cera.
Mi voz, sus gemidos acompaña
Tratando de hundirme en ella.
De ser solo uno
De llegar juntos
A un final de estrellas.
Mis dedos no se cansan
De recorrerla entera,
Y allí donde la toque,
Dulce, sabe responderme.
Mas la siento en mis brazos
Mas aprenderla quiero.
Y me imagino recostado
Y en mi pecho, reposando ella,
Descansando juntos
O soñando apenas.
Estando juntos
No hay tiempo que pase,
La dicha es inmensa
El placer también.
Y así cada día
De todos los días
En que puedo tenerla
Dormida en mis brazos,
Para despertarla en caricias,
Sobre mis manos sentida,
Disfrutando todo mi ser
En sus dulces melodías.
Desespero de solo pensar
Que quizás algún día,
Mis dedos no la puedan rozar
Mis manos no la puedan alzar.
Y tal vez ella siga allí
Con negro vestido,
Sus rojos ribetes de tono sensual,
Esperando quieta
Que la pueda tocar.
Tal vez algún día
Solo la pueda mirar
Y con alegría pensar
Cuando con mi guitarra
Podía cantar.
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