Anoche, mientras me tomaba una piscola, la mina que me gusta se puso a andar con un tipo que nose de donde salió, ante mis propios ojos, en el pub de moda donde toda la ciudad va, se besaban y bailaban, y ella ni se percataba de mi existencia.
Cuando huía de dicha situación estrelle el auto de mi padre con un poste, llegaron los pacos me interrogaban y me hablaban cosas que yo no entendía y no tenia las más mínimas ganas de escuchar. Entre tanto unos pendejos robaron lo que me quedaba del auto, las herramientas y una veintena de cassettes que eran de mi hermano y de mi padre, el único que era mas o menos mío era uno de Depeche mode, que me lo había prestado Fernando.
Me llevaron detenido por ser menor de edad y conducir en estado de ebriedad, me quitaron los cordones y el cinturón, que era de mi hermano porque él se puso el mío, por confusión.
Saque 100 pesos y llame, desde el teléfono de la comisaria al único que me podía ayudar en esta situación, mi primo. Escuetamente le dije... estoy en cana, ven a buscarme... No me respondió nada, pero a los 20 minutos estaba pagando la fianza. Él decía que me debía un favor, aunque no me acordaba a que favor se refería, no le rebatí. No me fue a dejar a la casa, me dejo en una plaza y tuve caminar. Él se fue rápidamente algún lugar indeterminado donde lo esperaba una mina semidesnuda, según imagine.
Los pacos obviamente llamaron a mis padres los cuales me recibieron con discursos, pero no de agradecimientos. Me hablaron de la responsabilidad y que no me iban a dar la beca deportiva para estudiar en Estados Unidos después de este numérito. Yo no pesque y me fui a dormir, no sin antes comer algo.
Desperté temprano, casi no dormí la verdad, me puse la misma ropa de ayer y salí a caminar a la playa, que no estaba muy lejos, tenia que pensar y recordar algunas cosas. El sol me dificultaba el doble hacer trabajar a mi mente, al llegar a la arena me tendí y creo que me queme un poco la cara.
Ayer lo perdí todo, partiendo por una polola, aunque nunca había andado con ella, era prácticamente mía, pero nunca la he besado...; perdí también el auto de mi padre, bueno era de él, no mío... la beca que no quería tomar, pero para complacer a mi madre me iba a ir.
Juego con la arena un rato y miro el mar. El cinturón era de mi hermano al igual que los cassettes, el de Depeche era de Fernando. A veces se tienen menos cosas de las que se cree. Me pare con más animo, me sentí feliz, pero no por eso menos cansado. Me acerque al paradero y comencé a reírme solo. Metí las manos en el bolsillo y encontré 100 pesos, nada más. Hice memoria, la piscola 1.800 pesos y 100 pesos en llamar a mi primo desde la comisaria. El colectivo cuesta 200 pesos. Sin resignación camine. Si algo perdí anoche fue la posibilidad de irme en colectivo a casa.