Hay siempre unos días previos a los momento definitivos de nuestras vidas.
Esos momento o situaciones que cambian el curso completo de nuestra historia.
Son esos momentos los que nos quitan el sueño y nos ponen de malestar el inconsciente.
La duda es tormentosa y agotadora, nos quita el sueño, el hambre, las fuerzas.
Es la enemiga de cualquier acción certera.
¿como actuar templando de miedo ante algo que desconocemos?
Me desvió del tema puesto lo que quería relatar era esos momentos de angustia que se viven previos al cambio, ya que aun, no se lo que pasara, no puedo decir nada concreto. Solo plasmar una serie de sentimientos surrealistas y endemoniados que han aniquilado mi estado físico y mental en estos últimos días.
LOS PEORES MOMENTOS 11 a 4.30...:
11 el cuerpo empieza a mostrar la fatiga del día aun uno esta despierto, pero entre sobresaltos y una buena película que nos obliga a mantenernos atentos, el sueño nos empieza arrullar como es la costumbre.
Pero ¡no! algo sucede algo esta alterando ese normal funcionamiento de mi organismo.
Aun no logro conciliar el sueño ya pasan de las doce ese relojito del televisor me indica que ya son casi la 1 y aun sigo en estado de hipnosis, sin ver, ni oír pero mas despierta que al medio día.
Es inaudito ya son las 2.30 y yo sigo despierta, ya hace mas de media hora que apague la televisión para crear la atmósfera perfecta para Morfeo y este no se digna a presentarse ante mi.
¡Mis horas reconstituyentes, me abandonan!, mañana solo seré un trapo, un zombi y como si todo esto ya no fuese bastante, mi cerebro trabaja el doble meciéndose en preguntas que tal vez jamás responda, ni en mil noches sin dormir...
Es agobiante, no solo no puedo dormir sino tengo que escuchar vocecitas que me torturan diciéndome cosas que no quiero oír y trayéndome recuerdos que no quiero recibir...
¡Ah la mente algunas veces es desquiciante!
¡Basta le pongo fin usare el tiempo, escribiré algo!...ya era la tercera hoja mis ideas se ordenaban tomaban rumbos claros y me hacían lentamente entrar en un sueño profundo antes de quedarme inconciente veo a lo lejos mi reloj dándome con la sorpresa de que esta guerra contra mi rebeldía interna había durado hasta las 4.30 de la mañana.
Ya se empezaba a aclarar el día y el clima ya se sentía mas fresco y Morfeo por fin me poseyó de nuevo...por tan solo 2 miserables y entregadas horas.
Me levante ojerosa, cansada y malhumorada...con mas días como estos terminare completamente atormentada, por suerte esta incertidumbre termina en 88 horas y media
Solo perderé 4 preciosas noches mas, tan solo eso espero...
¡No quiero morir despierta!
(esta es una clara representación de la noche que pase, todo esto es lo que hace física y sicológicamente los cambios y esto demuestra claramente lo que decía al comienzo a pesar que somos animales de adaptación le tenemos pánico a los cambios drásticos, soy un claro ejemplo de ello pero claro que son pasos definitivos en nuestras vidas, hoy me dijeron si era creyente pero como era un hombre de edad no tuve el valor para discrepar acerca de mi fe, y cuando salí de allí entre buenos deseos y despendidas 88 horas y media adelantadas, me dijeron la pareja de dulces y fervorosos ancianos “solo ten fe, es lo único que necesitaras”...)
creo que trataron de darme fuerza pero dado mis discrepancias no expuestas solo me dieron pánico...
ahora no solo necesito conseguir el sueño sino también la fe!
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