Lo que fué ayer, es hoy,
y lo que hoy, será mañana,
y tú que tanto te afanas,
en lucir hermosos trajes,
y en vestir costosas panas,
¿no sabes, acaso, amigo,
que tú eres simplemente lo que haces?.
Buena y justa es doña Muerte,
que a todos nos hace iguales,
tengas poca o mucha suerte,
siempre cura nuestros males.
Tú que creíste vivir mejor,
cuantas más riquezas poseías,
y cuando tu opulencia era mayor,
ella te visita en sus correrías.
Aquél que por no poseer,
no poseía si ni siquiera un manto,
para sus verguenzas no dejar ver,
eso tiene arreglo, en llegando al camposanto.
Tú que fuíste lujurioso,
y pecador impenitente,
así quietecito dentro del foso,
sin coqueteos, ni ligar con la gente.
Doña Muerte, justa e imparcial,
a todos siega con su guadaña,
y aunque a todos nos sepa mal,
en su trabajo se da muy buena maña.
A tí te digo, doña Muerte,
que ni te temo, ni te amo,
y puesto que a Dios le plugo hacerte,
¿por qué yo miedo he de tenerte?,
por eso, harmana mía yo te llamo. |