Esta vida ya no es vida esperando un llamado, pendiente de un mensaje, queriendo saber de vos.
Esperaba recordaras que hoy nuestro sueño eterno hubiera cumplido un nuevo aniversario, sino fuera por ese bendito adiós que destruyó el cuento.

Nos separamos a tiempo, antes de destruirnos, pero sin chances de recomponer algo que no murió. Decidiste caminar solo, decidí no insistir más. Prefiero llorar porque te amo y te pierdo, que porque te tengo y me odiás.

Hojas de ruta compartida, noches en vela soñando la vida que nos esperaba tras cruzar ese umbral, dejar de ser adolescentes, ser hombre y mujer, toda esa vida anhelada que juntos no conoceremos.

Pero serás feliz así, y yo también lo seré. Espero poder recordarte como una ilusión en mi vida y no como el gran amor perdido que jamás podré olvidar.

Te amo más que a mi misma, incluso hasta hoy. Y aunque quisiera salir corriendo a buscarte, solamente sé que será bueno dejarte pensar. Que no puedo atarte, obligarte a ser mio para siempre, que debés volver a mi lado sólo si realmente lo querés. Y duele mucho amar, darlo todo, y saber que el otro no lo quiere, pero es lo que debo arriesgar, si es que quiero ganar.

Nunca será tiempo perdido, porque te amo como a nadie. Si vos creés que perdés el tiempo, es porque no sabés amar.