No creo en eso de "lo importante es lo de adentro", para nada; todo entra por la vista y siempre nos va a gustar o atraer alguien "bonito" en vez de "bondadoso"…
... lo de adentro se verá después, si encajan, si son compatibles, bien, si no encajan, pues todo mal, pero por lo general nos atrae o nos gusta alguien por su físico, su cara, su forma de caminar, su corte de pelo y vestir, mucho antes de conocerlo “por dentro”, y tu amiga o amigo feo que te mira con cara de esperanza, debe llevar con lágrimas en los ojos tus cartas anónimas de amor…
… acaso nunca has dicho “que es feo ese tío”, “oye viejo, la tipa fea que viene ahí”; “luchita es más fea que la mentira”… ¿nunca has pensado o dicho que alguien es feo o lo encuentras feo de forma despectiva o con una pizca de pena y lástima?; quizás ese feo o fea tiene un alma pura, blanca, inmaculada de males, del horror actual de la sociedad, no obstante decimos “pobrecita, que feita que es”… y si por esas cosas del destino este o esta fea se enamora de ti e intenta lograr el anhelando sueño de besarte, abrazarte y llenarte de querer, se gana esas frases sacadas del manual de la vida “te quiero como un amigo”, “eres como un hermano para mi”, “cualquiera estaría orgulloso de ser tu novio, pero yo no puede quererte como me quieres” y miles de otras que en este momento no se me vienen a la mente pero que de seguro has dicho o te han dicho; pero nos afanamos, ya sea para caer en gracia, para ser considerados “profundos” y sensibles, en decirle al mundo con cara de poeta, pintor bohemio y cantante de bar, mirando las estrellas, con una lágrima de cocodrilo a punto de salir que lo externo no es lo importante, que lo de adentro es lo que importa ¡mis bolainas que lo de adentro importa!, hipócritas, eso es lo que somos los humanos, ¡hipócritas!...
… Es cierto, al final elegimos a nuestro compañero o compañera de viaje por la afinidad y por tu coincidencia de caracteres, su forma de amar, su cuidado en los detalles y miles de otras cosas, no obstante esa elección se hace de acuerdo a nuestro umbral de belleza, y después de dirigir el ojo en una fémina o un varón, primero se fija uno en alguien como es físicamente, luego viene el conocerla “mejor”, no al revés…
… obviamente la mayoría de las veces ocurre lo que digo, no obstante hay millones de casos que derrumban mi posición y millones de historias que comienzan: “cuando conocí a mi marido no me gustó para nada”; pero he visto, me ha tocado vivir y experimentado la posición que ahora rebato y la experiencia me ha dicho hasta ahora que “lo de adentro” es secundario, viene después de “flechazo” aquel, de la “primera vista”…
… Está en nuestros genes, no es que sea perverso, está en nuestra memoria genética, así somos los humanos, si no, no existiría la especie humana.
Píenselo bien antes de decir “lo importante es lo de adentro”, analiza si realmente lo crees; y si dices “Sí, lo de adentro es lo importante” con cara de Madre Teresa o de Gandhi; no sueltes una sonrisa de vergüenza cuando recuerdes esta reflexión justo después de decirle a tu amigo a amiga “oye que feo es este tipo”
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Anexo OPTATIVO a la reflexión. Algunos artículos para apoyar mi postura con bases más científicas:
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Carl Sagan, en el libro LOS DRAGONES DEL EDEN (se los recomiendo a ojos cerrados si gustan de estos temas) postula que nuestras emociones, nuestras elecciones, sueños y otras hierbas, están controladas por nuestra “memoria genética”, a modo de ejemplo, Sagan postula que nuestro sueño recurrente de que caemos al vacío, viene de nuestra memoria genética, que nuestros antepasados para subsistir debían dormir en los árboles por los depredadores naturales de aquellos tiempos y que ese constante miedo a caer quedó en los genes pasándolo de generación en generación; pero eso es otro bolero. Carl Sagan dice en su libro, que nuestra atracción hacia el sexo opuesto está totalmente definido para la perpetuidad de la especie y que nuestro gusto por cierto “cánones de belleza” es producto de la memoria genética y el lograr concebir hijos sanos para continuar con la raza, a modo de ejemplo, las mujeres más atractivas para los hombres son aquellas que indican que es más sana y capaz de procrear sin dificultades, pechos exuberantes para asegurar un buen suministro de alimento al bebé y caderas anchas, debido al crecimiento del neocortex y por ende el crecimiento del cráneo, las mujeres de caderas anchas daban signo de poseer mayor cantidad de hormonas femeninas felicitando el éxito de la procreación y el volumen de sus caderas permitía un parto exitoso y menos riesgoso.
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Las rubias fueron creadas por el hambre y las fieras
Hielo, escasez de comida y pocos hombres en la faz de la tierra, la mezcla de estos tres factores serian los responsables de la aparición del pelo rubio y los ojos azules. Al menos eso dice un estudio realizado por la universidad Central Lancashire del reino Unido. Según la investigación, la falta de alimentos en la de edad de hielo, obligó a los hombres a arriesgarse más en la cacería, donde muchos de ellos morían. Esto generó “una fuerte presión en la selección sexual”, según los expertos, y por esto aparecieron “colores poco habituales en los cabellos y en los ojos” (diario LUN)
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La atracción sexual puede definirse como el proceso y el estado emocional positivo (placentero) que induce el acercamiento de una persona a otra con el propósito esencial de llevar a cabo una actividad o intercambio sexual. Esta definición académica encierra la idea de que en ocasiones los seres humanos, al toparnos con otro animal de nuestra especie, sentimos de una manera más o menos clara que esa persona nos atrae sexualmente.
La mitología alude a las flechas de Cupido para explicar la repentina, y en muchos casos, irracional atracción que se establece entre dos personas. Pero si a pesar de la belleza, decidimos no conformarnos con esta respuesta mitológica, la cuestión sigue en el aire. ¿Qué sucede entonces cuando un ser humano atrae a otro?
Numerosos estudios en curso intentan contestar a esta cuestión. La mayoría de ellos indican que la elección de un compañero viene condicionada por un maremagno de factores psicobiológicos –como las feromonas que se expele, las características posturales y dinámicas, la simetría de su rostro- y socioculturales.
1) Factores psicobiológicos
Las Feromonas
Las feromonas son unas señales químicas que utilizan muchos animales para recibir información social y sexual de los miembros de su misma especie. Una tenue brisa de esta sustancia química que flota en el aire, proveniente de un ratón hembra, por ejemplo, puede incitar a un ratón macho a aparearse inmediatamente. En cuanto a los seres humanos, existe la sospecha creciente de que podemos estar influidos por este lenguaje hormonal.
Los efectos de tales mensajes serían mucho menos obvios en humanos. Si recibimos las señales químicas de las personas en nuestra cercanía, estas señales deben competir con muchos otros factores que influyen en nuestra conducta, como las normas sociales, morales, etc. Sabemos que ciertos mensajes químicos, provenientes de otros ratones, llevan al comienzo de la pubertad a los machos jóvenes y que un conjunto diferente de señales, lleva a las hembras al “estro”.
De igual forma, nuestra fisiología puede ser tan sensible a los mensajes químicos como la fisiología de otros mamíferos. Hay algunos indicios de que las mujeres pueden alterar sus ciclos hormonales cuando están expuestas a señales químicas de otras personas Tomemos como ejemplo el fenómeno que sucede en los pisos de estudiantes en el que conviven varias mujeres jóvenes, y el cual consiste en que estas compañeras de hábitat terminan por tener sus ciclos menstruales en la misma fase.
Tras numerosos estudios, parece claro que los seres humanos poseemos una estructura semejante a la del resto de mamíferos que utilizan este sistema. Este “sistema olfativo accesorio” capaz de responder a estas señales químicas, comienza con células nerviosas presentes en un par de sacos diminutos con forma de cigarro, llamados órganos vomeronasales.
Recientemente, los investigadores Bruce Jafek (otorrinolaringólogo de la Universidad de Colorado) y David Moran (Universidad de Pensilvania), han encontrados en casi todos sus pacientes examinados, los citados órganos vomeronasales (VNO?s).
Pero, ¿qué hay de la atracción sexual? ¿Puede funcionar esta sustancia en humanos para atraer a hombres y mujeres? Para responder a esta pregunta se han realizado numerosos estudios. Uno de ellos es el que realizó la doctora Cutler en 1986, en el que ella y sus colegas del Centro de Sentidos Químicos Monell en Pensilvana descubrieron lo que llamaron la “feromona humana femenina”, cuya función es hacer a la mujer fértil, potencialmente más atractiva para los hombres.
Este estudio cuenta con numerosos reproches, ya que estuvo financiado por una importante marca de cosméticos que creó un perfume con las supuestas feromonas femeninas, y parece ser que la presión por obtener resultados favorables puede haber ido en detrimento de la rigidez científica de la investigación.
Así pues, queda mucho por investigar sobre las controvertidas feromonas humanas. Aunque parece claramente probada su existencia, también en humanos, las funciones que pudiera desempeñar siguen inmersas en el terreno de la especulación
*nota mía: En un programa de la Nacional Geographic, un científico postulaba que la atracción por medio del “olor”, también era dependiente del ADN, que los ADN compatibles, o más cercanos entre una raza, eran olores más atractivos para el sexo opuesto.
Características físicas
Tras varios estudios sobre las características físicas que se consideran más atractivas en hombres y mujeres, la psicología evolutiva ha concluido, que por razones de “selección natural”, las características físicas más atrayentes en cada sexo son:
- Mujeres. Son aquellas que indican que es sana y capaz de procrear: piel suave y limpia, dientes sanos, cabello brillante, caminar “vivo”, pechos abundantes, cintura estrecha y caderas anchas.
Ciertas características del rostro serían similares a las de los niños, tales como los contornos corporales redondeados, ojos grandes, nariz y mentón pequeño, además de otros rasgos como los pómulos marcados y las cejas altas.
- Hombres. En los hombres, al igual que en las mujeres, son sexualmente atractivas las características que indican que es sano y capaz de procrear: la constitución corporal armónica y firme, contornos corporales más bien angulosos y una figura en V, es decir, con hombros relativamente más anchos que las caderas, abdomen plano, nalgas firmes y elevadas, piernas largas.
Las características atrayentes del rostro serían pómulos notorios, cejas gruesas y altas, mentón amplio, ojos grandes y nariz pequeña
Elementos Posturales
Es sexualmente atractiva, tanto en hombres como en mujeres, una postura "tónica" (muscularmente firme) que se manifiesta por el abdomen hacia dentro, el pecho alzado, los hombros hacia atrás, el cuello recto y la mirada dirigida al frente
Elementos dinámicos
Mujeres y hombres sexualmente atractivos sonríen ampliamente, producen un roce “casual” y miran de forma intencionada. Más característico de las mujeres es el hecho de caminar extendiendo a cada paso la pierna en su totalidad, el movimiento pendular natural de los brazos sin separarlos demasiado del cuerpo y la oscilación de las caderas. En cuanto al caminar de los hombres sexualmente atractivos, éste se caracterizaría por pasos más bien largos y firmes mientras que los brazos oscilan más ampliamente y algo más separados del cuerpo
Resumiendo
Si bien todos los elementos mencionados en este apartado parecen gozar de cierto grado de lógica y aval científico, ninguno de ellos por separado parece ser suficiente para explicar, desde un punto de vista psicobiológico, la compleja atracción sexual.
Con el fin de procurar luz a esta cuestión, aportamos las conclusiones extraídas un reciente estudio realizado por el etólogo vienés (Kart Gramer, de la Universidad de Viena), en el que se trata de probar la idea de que a pesar de los eficaces métodos anticonceptivos, la elección femenina aún hoy está condicionada por la posibilidad del embarazo.
Ante la posibilidad de una relación sexual, el cerebro femenino se hace una pregunta parecida a “¿será un buen padre?”, puesto que el cometer un error sería fatal para ella desde un punto de vista adaptativo.
Según este estudio, a la hora de ejercer este mecanismo de elección del hombre, existiría una relación entre el ciclo menstrual femenino y la anatomía del rostro masculino seleccionada.
Ya que la simetría corporal es un indicador de un buen sistema inmunológico, se ha observado como al parecer las mujeres se decantan por hombres con caras más masculinas durante las fases del ciclo con alto riesgo de embarazo, mientras que prefieren rostros afeminados después de la ovulación y durante la menstruación, cuando el riesgo de concepción es menor.
Según estos investigadores, una mujer podría elegir un compañero cuya apariencia poco masculina le sugiera una mejor cooperación en el cuidado de los hijos, pero ocasionalmente copularían con un hombre de apariencia más varonil, un indicador de una buena potencia inmunológica, durante la fase del ciclo menstrual más fértil
2) Factores psico-sociales
Reforzadores
Atendiendo a las leyes del aprendizaje, parece sensato pensar que aquellas personas que realicen conductas que nos hagan sentir bien serán personas con las que querremos pasar más tiempo que con alguien que no nos haga sentir gratificaciones. Esto sucede así con las amistades, y el peso de esta variable, en la comprensión de la atracción sexual, parece ser considerable.
Por tanto, a las mujeres y a los hombres, teniendo en cuenta la interacción con los factores psicobiológicos mencionados anteriormente, nos influye a la hora de sentirnos atraídos sexualmente por otra persona el hecho de que ésta sea cordial, simpática, que nos haga sentir valorados, que nos preste atención, nos de cariño, afecto y comparte con nosotros aficiones y momentos reconfortantes
Culturales
Si bien todo lo citado anteriormente merece una más que atenta mirada, no debemos olvidar que el ser humano es un animal eminentemente social y que, por tanto, hay que tener muy en cuenta la influencia de los estereotipos sexuales dictados por las modas, ya que son capaces de discriminar o ensalzar un determinado tipo de aspecto físico, características cultural o de personalidad.
No se requiere de un análisis muy complejo para darse cuenta de cómo las modas fijan el ideal sobre un determinado cantante, actor o actriz, futbolista, modelo o personaje público.
La atracción sexual aparece como dependiente del marco socio-cultural en el que se da. Existen continentes, razas o culturas que se adornan con fines de atracción sexual, de tal forma que en otras culturas resultarían no más que curiosas o extravagantes.
Teniendo en cuenta el suculento cóctel de factores determinantes a la hora de ser atractivo sexualmente, uno puede llegar a angustiarse si siente que no posee ninguna de las características etiquetadas en este artículo, como sexualmente atrayentes.
Sin embargo, afortunadamente para estas personas que consideran que disponen de muy pocos elementos físicos, dinámicos, y posturales atrayentes, que creen además que quizás no funcionen bien sus feromonas y están seguros de que no se parecen al famoso de moda, hay que destacar la enorme fuerza de la curiosidad intelectual, el entusiasmo, el dinamismo, la alegría y la creatividad, probablemente porque todas estas manifestaciones conductuales indican esa buena salud y disposición a ser feliz que son esenciales para producir la deseada atracción sexual.
Autores: José Bustamante y Juan J. Borrás Valls
Instituto de Psicología, Sexología y Medicina Espill
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Espero haya sido un aporte a vuestras culturas y conocimientos. Atte. Alfredo Risso |