¿Por qué soñar?, si los sueños son etéreos.
¿Por qué pensar?, si agota y desequilibra la armonía.
¿Por qué mirar?, si lo que ves es la belleza que aparece en tus sueños.
¿Por qué observar?, si es aquello que tanto admiras lo que te hace pensar.
¿Por qué acudir?, si la ausencia es clara y rotunda.
¿Por qué abrazar?, si el vacío no se puede palpar.
¿Por qué sonreír?, si tus ojos, mi espejo, no me reflejan.
¿Por qué acariciar?, si mis brazos se atan en un abrazo vago de materia alguna.
¿Por qué mirar el cielo en noche?, si lo infinito esta en tu mirada.
¿Por qué buscar estrellas en noche nublada?, si se esconden ante tu presencia.
¿Por qué dormir?, si no me canso de tu ausencia.
¿Por qué insistir?, si mi impaciencia me vuelve un loco.
¿Por qué eres?, si solo quiero que seamos.
¿Por qué no seremos?, si no creo en mis sueños.
¿Por qué luchar?, si malditamente eres invencible.
¿Por qué fingir?, si lo mío es puro y sincero.
¿Por qué soy?, si nada se es cuando la verdad se esconde.
¿Por qué no seré?, si lo que nada es, en nada se queda.
¿Por qué huir?, si es lo más difícil al ser un esclavo.
¿Por qué respirar?, si nada se asemeja a tus movimientos.
¿Por qué sentir?, si el corazón es solo un músculo inagotable.
¿Por qué pedir?, si mendigar es equivalente a desamparo.
¿Por qué gastar miradas cálidas?, si se evaporan ante tu imbatible e inmutable humanidad.
¿Por qué seguirte?, si tus pasos no son los que me llevan hacia ti.
¿Por qué escribir esto?, si mi sinceridad me hace frágil y cobarde.
¿Por qué escribir esto?, si creo que jamás lo leerás.
¿Por qué escribir esto?, si no creo que cambie en algo la situación.
¿Por qué escribir esto?, si después de enfrentarte seguramente esto no tendrá valor para nadie.
¿Por qué preguntarme todo esto?, si la única persona que tiene todas las respuestas eres tú.
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