"Y"

Todo esto, por... alguien
(ÉL).


El ALGUIEN ha muerto.
Desapareció (se confundió)
entre los dobleces de su retrato.
Se ha plegado en sí mismo
cual grotesca marioneta.
Como una carpa en desuso
o el práctico abanico al final del verano.
Las horas (todas) clamaron a receso:
ALGUIEN, ya no ESTÁ.
O sea... (rectifico)
Está, de una forma paralela.
En un plano aparte,
en donde sus agudas aristas
no consiguen penetrar en mi halo,
ni la inseguridad de sus dedos
puede refugiarse en mi pelo.
NO ESTÁ
Su reflejo (persistente) se debate
en un incesante ir y venir
frente a mis ojos entornados...
(¡Que no quiero verlo!)
Si es que fue... o es... ¿¿¿---???
ES la imagen cruda de mi decepción.
"Lo que queda del día al desgastarse el sol".
Lo sobrante.
El desecho neto de mis caricias.
En descarnado: ÉL.
A secas.
Su nombre...
No más que dos golpes de voz
(les llaman sílabas).
Un timbre discordante
(un eco de reminiscencias).
Un vibrato de significado incierto:
¿ES?... ¿No ES?... ¿Qué ES?...
Dudas que anteceden al miedo.
Una maqueta por SER.
El bastidor de lo que FUE.
Un entramado de avances y retrocesos.

Señales de ruta a la inversa.

La más dura conjunción de los opuestos:
ES----------(¿Quién ES?)------------NO ES
Un ensamble flojo.
Un puzzle de espacios en blanco.
¿Por qué ES... ?
La encarnación de mis carencias.
(Mi llanto).
El resultado de no saber SER.
(Mi pérdida).
Páginas escritas a mano.
(Mi piel).
Salpicaduras de estrellas.
(Mis orgasmos).
Espirales a la inversa.
(Mi búsqueda).
Un puente hacia el dolor.
(Mi esencia).
Restos. Proyectos. Intentos. Abortos.
En fin... un tanto más que al principio:
Su rostro:
El DAÑO.
La faceta más cierta del amor.




Amanda Espejo
Quilicura/16/02/06