Movido por la curiosidad, bebí del agua de tu frasco. No sabe tan mal como huele. Reí a carcajadas al ver como tu cabeza deforme y en pedazos parecía mirarme indignada. Ahora tengo hambre... Eh? Estás llorando?
Texto agregado el 28-02-2006, y leído por 287 visitantes. (5 votos)