A los pocos días cumplía 20 años, con toda la rareza que cargan los ceros,
esa noche estaba en la casa de aquel amigo, y vos con él,
(esas paredes testigos de nuestro nacimiento,
del derrumbe ensordecedor
de la amistad),

fumando unos porros, como regalo compartido por adelantado,
los tres ahí,
vos
recostada
en la cama a su lado,
yo sentado en el piso, mirandote,

tragando el humo,
piloto automatico en mi voz,
festividad actuando en la habitación,
tragos de cerveza humedeciendo las palabras,

solo
mirandote,

Y alimentándome el pulmón de viento metálico,
explotando la semilla en mis labios,
tu risa
astillaba mi cerebro,
tu mano sobre su pierna
comenzaba a vaciar mi conciencia de futuras traiciones,

y un monitor apagado
y tus pies descalzos
y karma police
y un incienso encendido
y tus piernas cruzadas
y la bombita brillando de más
y las cortinas inmóviles
y el anillo en tu pulgar
y las voces a quemarropa
y un par de libros sobre una silla
y el pelo suelto cayendo en tu cara
y la almohada bajo tu espalda
y tu cuello mas blanco
y los vasos manchados de espuma
y el cenicero y un encendedor
y tu jean gastado en las rodillas
y un poster rojo en la pared
y la risa triangular
y una botella a medio vaciar,
parada,
ahí,
en el suelo,
y las bocas moviendose
y su eco como oleaje distante,
y solo mis dedos pidiendome rozar tu piel,

y el silencio...

- Putamadre (mirando el piso),
hasta hoy
me
juras
que eso fue lo que dije entre dientes,

pero ya no lo recuerdo,
solo tengo
aún grabada tu mirada
y la sonrisa mínima en tus labios
como aceptando esa ofrenda hacia vos,

mientras él,
su risa,
niebla espesa
en el cielorraso, su voz,
jajaaa,
garca,
me parece
que el regalo que queres
es estar acostado acá en mi lugar, jajajaaa

pero
yo ya no reía,

y solo quedaba
una punta para fumar,
y las cenizas humeantes de una amistad
en mitad de esa noche de lunas amarillentas.

Y porque es mentira eso de que en el amor todo vale,
(no vale arrastrarse como animal carroñero,
acechando
en las sombras,
aguardando paciente
el momento
justo
para devorarse los restos a traición),

solo por eso,
nunca más golpié la puerta de esa casa,
nunca más
él golpió la mía,
y una tarde de Agosto
te espere a la salida de la facultad.

Pero todo eso paso hace 2 años, historia
antigua,
cuentos del ayer,

y
hoy,
dormís en mi cama,

y
ha nadie
invito a fumar,

los armo solo para nosotros dos.