¿A quién le dijiste eso?
¿que creeís que tengo cara de leso?
A tanta banalidad,
me has dicho, es decir,
que tienes el fetido sentido de la fatalidad.
Que a tanta presunción,
me escondes, achís,
la decepción.
¡Ay de mí, ingrato!
que te cuelas en tus amigotes.
¡Ay de mí, ingrato!
deja de ser vago,
que a la vuelta de la esquina,
fuman la mariguana,
y juegan a la de la cocaína.
¿Que no me hacís caso?
¿Es que no te acuerdas de nuestro pseudo y amado lazo?
¡Al diablo con eso! me dices,
¡Al diablo con eso! me repites.
Me dices que en mi veredicto no hay congruencia,
y demás me quitas la decencia.
Con tan alto litigio,
que me quitas el prestigio.
¡Jajajajaja! te ríes,
Y yo que te esperé,
y yo que te parí,
Y yo que te ví nacer y crecer,
Y que espero verte anochecer y decrecer,
Que no soy tu mucama,
¡Yo!
Y tú verás.
Tú verás. |