Ayer, me llegó una nota
que me dejó confundido,
y es que con alas rotas,
no se puede volar a otro nido.
No pretendo que me creas a mi,
mi razón no es la tuya,
y si con mis palabras te ofendí,
de verdad, no lo quise, criatura.
Sólo intento regalar amor,
pues al hacerlo me lleno de paz,
y la fe me devuelve el calor,
que quizás tú también encontrarás.
Es verdad lo que tu dices,
yo comparto también esa pena,
y quisiera acabar de raíces,
la pobreza y las crueles guerras.
Y si culpas a alguien, lo siento,
yo prefiero ignorar, el momento,
y de verdad que yo siempre intento,
ser amistoso hasta con el pensamiento.
Qué de cuál Dios te hablo?
no pretendo imponerte un Dios,
sólo deseo bendecir con mi voz,
a quien algún día llamo.
Necesito decir lo que siento,
y yo sió creyendo con fe,
pues respiro en este momento,
la tranquilidad del sueño de un bebé.
A pesar de que te hayas ofendido,
A Dios le pido por ti,
pues aunque tú no lo has querido,
él vigila tus pasos aquí.
|