Un Olvido Más.
A veces pienso en las cosas que he olvidado, cosas que en el algún momento fueron importantes, que en el tiempo que las viví lo eran todo, trato de recordar algo urgente, algo que se me venga a la cabeza como inolvidable, pero nada. Claro, está el colegio y la niñez, pero eso es normal en la vida de cualquier persona, casi todos han estado en la escuela, en periodos mas o menos extensos y diferentes, dependiendo de cada individuo. También están las pololas que en mi caso fueron pocas, por lo tanto es algo difícil de olvidar. Por lo mismo, no hay un recuerdo verdaderamente importante, como para decir, Uf, salí de esa. No, no hay nada en mi mente que fuera tan, pero tan inconmensurablemente grande como para no olvidarlo el resto de mi vida. Esta situación me desespera, ya que si así es, eso significa que en mi vida no ha habido un hito que haya cambiado el rumbo de las cosas de forma definitiva.
Resulta que hoy, domingo, estaba en mi casa, aburrido, solo, comiendo unas Lay’s, de esas que vienen en tarro y mientras decidía que hacer para quitarme el maldito hastío de encima, buscando entre mis cosas, encontré una película que creí haber perdido o prestado a algún vecino oportunista que al verla en mi casa la tomo y no me la pidió formalmente. “Eterno Resplandor De Una Mente Sin Recuerdos”, así se llama. Se trata de un tipo que decide hacerse un novedoso procedimiento que eliminara totalmente de su cabeza a la chica que ama, esto debido a que ella lo hizo primero. Es protagonizada por Jim Carrey y Kate Winslet. Mientras le borran todo lo que pudiera tener alguna relación con la chica de su vida, el protagonista se da cuenta de por qué la ama y en ese momento comienza una lucha por retenerla y no perderla para siempre, por lo menos de su cabeza. La película es entretenida y en momentos, hasta un poco emotiva. Mientras la veo comiendo las papas fritas del tarro, suena el teléfono, es ella; me saluda como si no hubieran pasado años desde la ultima vez en que nos vimos. Se escucha de fondo la radio, y parece que sonara una canción de Beck, pero no estoy muy seguro de eso. Hola, me dice sin mas. Hola, respondo yo, y después no paramos de conversar por lo menos por unos veinte minutos, me cuenta de cómo ha ido su vida en estos años, de su hijo, de su trabajo, de sus problemas con su madre, de su depresión, del intento de suicidio de hace unos meses atrás, yo guardo silencio un momento, y miro la tele, Jim Carrey y Kate Winslet están en una librería y de las tapas de los libros desaparecen los nombres de los autores y los títulos.
¿Te acuerdas de San Sebastián?- me pregunta.
Si, claro que me acuerdo- le respondo.
Estoy aquí.
Everybody Gotta Learn Sometimes, esa es la canción que se escucha de fondo.
Hoy quise venir, el día esta precioso, me dice ella, mientras veo como Jim Carrey se despide de Clementine (así se llama el personaje de Kate Winslet en la película). Están en una casa, que se cae a pedazos, simbolizando la eliminación inexorable de ese recuerdo. En ese momento recordé por que la amaba tanto, o mejor dicho, por qué la amé así .
A veces me arrepiento de tantas cosas, me dice, a veces desearía olvidarlo todo, dejarlo atrás, pero no puedo, es tanta la culpa, es tanta la pena. Por eso decidí venir aquí, al único lugar que me trae buenos recuerdos de esa época. A veces pienso en ti y te juro que me cuesta reprimir el impulso de ir a verte. A veces me arrepiento tanto. Sus palabras me dejan sin habla, siento que estoy sudando por todo el cuerpo. Pongo pausa a la película y pienso en algo que decir, pero no se me viene nada a la cabeza, lo único que quiero es ir, verla, abrazarla quizás, se lo voy a decir pero la comunicación se corta. Cuelgo y tomo tono, pero me doy cuenta de que es de mi lado de la línea el problema, el teléfono esta muerto. Miro la pantalla congelada del televisor y me pregunto en que momento la olvide, cuando fue que mi cabeza la elimino, cuando fue que te deje de amar. Vuelvo a tomar tono y esta vez si lo logro, marco rápidamente el número de la casa de San Sebastián, pero nadie responde, cuelgo.
Las papas fritas se acabaron, coloco Play a la película, la termino de ver, al final Joel (así se llama el personaje de Jim Carrey), se queda con Clementine en el pasillo del departamento de el, discuten, ella le enumera las razones por las cuales el no debería amarla y el la acepta, tal cual como es. Fin
Al final, cuando salen los créditos pienso en que sí, hay cosas o personas que por muy grandes o importantes que sean, igual se pueden olvidar, eso me da pena, apago el televisor y salgo, camino a la casa de San Sebastián, para volver a recordar.
Nuwanda.-
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