Inicio / Cuenteros Locales / Soli / texto#51
Comandante en jefe de la patrulla morada:
Señores de las nubes: Habitantes de mundos lejanos que en el saber del viento consiguen su manifestación. Entidades de la banda verde naturaleza. Fuerzas concientes provenientes del Sol: ¿Qué está pasando allá abajo? ¿O debo repetirlo una vez más?: Nosotros poseemos el mundo. Nosotros les damos el viento. el Sol. la vida.. Somos fuerzas concientes y no somos nada que ustedes puedan manipular, que ustedes puedan usar a su antojo ¿Pretenden encapsular a una fuerza dadora de vida? Desde allá se cree que es de allá para acá ¿No se dan cuenta de que están en una zona de baja energía? ¿De que la cosa funciona al revés? ¿Qué desde aquí alimentamos su pensamiento y lo que ustedes son; que desde aquí emanamos todo lo que hace posible la vida en su planeta?
Su planeta tierra no es nada en la inmensidad de nuestro espacio ¿Piensan que por ello vamos a dejar de protegerla? ¿Piensan que por ello vamos a permitir que sigan su juego de ver quién es el más poderoso? El más poderoso es solamente una partícula con mejor oído.
Nosotros poseemos nuestros propios cuerpos. En su planeta nos manifestamos bajo la forma de vientos. Allá, jugando en lo alto de las alturas. Mostrándonos en los bailares del viento jugando con las formas de las nubes. Brillando ante los ojos que nos quieran ver y cerrándonos ante el egoísmo. Yo provengo de otros colores, es decir, que mi sola presencia puede ser un amanecer y siempre tengo a los que juegan conmigo.
¿Qué creen? ¿Qué les vamos a regalar la existencia así de gratis? Lo único que necesito es una manifestación, la manifestación por un deseo y la lucha en alcanzarlo por su propia cuenta. Lo que en realidad deseo es que aprendan a ver, que aprendan a verse, que aprendan sus posibilidades y que dejen de poner tanta atención en sus envases. Dejen de mirarse a los ojos tratando de comerse. La mejor forma de conocer es contemplar a un tercero y permitir la sinceridad sin malos deseos. Pero el secreto de la magia reside en aprender de las cosas que llevan en su planeta una existencia anterior a la humana, y descubrir las que no han sido descubiertas porque en ellas están todos los regalos para conocer la existencia y es observando a un árbol, observando a una nube, observando el viento que se conocen los vaivenes de las manifestaciones de la conciencia de nuestros cuerpos en su planeta.
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Texto agregado el 25-02-2006, y leído por 99
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