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Paseo de media noche (parte I).
Para Cienfuegos, que fue quien me despertó las ganas de escribir

Aquella tarde Roberto coloco su nueva piedra esmeril en la vieja cajita de madera que era una de las pocas cosas que había podido rescatar luego del incendio de la casa de sus padres, y comenzó a afilar su cuchilla de una manera especial, la ocasión de esa noche lo ameritaba. Luego de un largo rato de labor, verifico su sabroso filo cortando los bellos de su brazo izquierdo como lo hacía su padre.
La noche era tranquila y fría, tal como la había esperado. Luego de la cena se acostó junto a su mujer simulando dormirse, pero nunca lo logro, tampoco lo intento.
Permaneció allí detenido esperando que el reloj acomodara sus resplandecientes números rojos indicando la medianoche. La espera se hizo eterna, parecía que el momento nunca llegaría, que el tiempo se había detenido como queriendo evitar lo inevitable. Pero como lo venia planeando ya desde las semanas anteriores, cuando el reloj por fin marco las 00:00, se levanto muy sigilosamente procurando no despertar a nadie. La casa estaba tranquila y pacifica, al igual que la noche.
Se puso su habitual ropa de trabajo gastada, se coloco el sobretodo marrón que tenia guardado solo para las ocasiones especiales pero que antes de acostarse había dejado a mano sin despertar sospecha, bajo los escalones de madera tratando de pisarlos lo más suavemente que podía para que no hicieran ese crujiente chillido, y se dirigió a la cocina. Tomo la afilada cuchilla de mango de madera y cómoda empuñadura con su mano derecha y pudo sentir aquella agradable sensación. La admiro un momento, y la guardo en el amplio bolsillo del sobretodo. Estaba decidido, lo iba a hacer. Fue hasta la puerta de atrás, quito el pasador, esa noche la puerta no estaba cerrada con llave como siempre, se aseguro de eso antes de acostarse para no tener que usar las llaves y provocar más ruidos.
La calle estaba tranquila y desolada, tal como el lo esperaba. Camino unas cuadras hasta la avenida, no se cruzo con nadie, y doblo a la izquierda. A pesar de la neblina que ya estaba presente pudo divisar en la esquina siguiente la parada del colectivo. Allí estaría ella, esperando, como todos los miércoles, como el ya sabia, como el esperaba.
Las pocas luces de la avenida y la densa neblina disimulaban perfectamente su caminar. Igualmente el lo hacía como lo hacen los gatos al entrar por las noches en busca de algún resto de comida. No quería que nadie notara su presencia, menos ella.
Cuando ya se encontraba a solo unos metros metió su mano en bolsillo del sobretodo, que a pesar del frió no se encontraba entumecida, y pudo sentir la cómoda empuñadura, la tomo con fuerza y la dejo adentro, aun no era el momento justo de sacar el arma. Se aproximo a la despintada garita de cemento tratando de esquivar la mirada de ella a través de la reducida ventana, no quería que lo viera hasta llegado el momento.
Cuando estaba llegando ya al borde de la delgada pared apuro el paso, apretó más su mano en la empuñadura, doblo y se paro enfrente de ella.
Aquella noche la joven estaba mas hermosa de lo que el esperaba. Llevaba un pantalón de vestir negro, unas botas de cuero marrón taco alto, un saco de terciopelo color tulipán y su tradicional bufanda roja desprolijamente enroscada al cuello. Al verla tan joven y hermosa el se quedo paralizado, podría ser su nieta. Mil ideas, sentimientos, impulsos y deseos se manifestaron al mismo tiempo y no lo dejaron actuar, solo pudo decir tontamente: -fría la noche no?.
Ella lo conoció, era el almacenero donde todos los días realizaba las compras y el anotaba en la ajada libreta verde. No se sorprendió al verlo, siempre aparecía los miércoles a medianoche. Y le contesto: -si, bastante. Pero enseguida agrego: -y usted que hace a estas horas por acá don Roberto, y con este frió?, ya le eh dicho que no esta en edad de hacer estas cosas.
El solo respondió: - Salí a dar un paseo de medianoche. Soltó la cuchilla dentro del bolsillo del sobretodo marrón y se fue pensando, la próxima vez será.

Continuara...(ver parte II)

Texto agregado el 25-02-2006, y leído por 118 visitantes. (3 votos)


Lectores Opinan
13-04-2006 me quedé colgado!!.. voy por la segunda parte, estuvo interesante esta muestra así que continúo.. felicitaciones y estrellas. mateoroquesk
25-03-2006 me voy a por la segunda parte***** eslavida
04-03-2006 Está muy bien, en un principio creí que se trataba de la caza furtiva de algún animal como un trofeo personal, pero me sorprendiste con la presencia de la chica joven. Voy a leer la segunda parte y salir de dudas. Relatas muy bien la historia, rica en detalles y con buena exposición. Un saludo.***** Claraluz
 
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